Es fácil hacerse nazi. Se empieza odiando a quien envidiamos porque vemos en él a alguien mejor intelectual o moralmente, más trabajador, simpático o brillante, porque tiene más dinero o porque es fuerte: un personaje así, para nosotros los mediocres, no debe existir.
Si además esa persona ya no se deja asesinar, al contrario de lo que ocurría con sus pasivos antepasados, sino que responde con violencia a quien lo ataca, entonces el odio se multiplica en nuestra jauría: ¡Maldito chulo!, exclamamos.
Hay españoles así frente a los judíos. Parecía que Auschwitz, en la Polonia ocupada por los nazis, había terminado el 27 de enero de 1945, hace ahora 65 años, cuando entraron las tropas soviéticas (que después oprimieron el país hasta 1989).
Los nazis asesinaron allí a quizás 2,5 millones de los seis millones de judíos que exterminaron durante la II Guerra Mundial.
Recordando a aquellos nazionalsocialistas, y oyendo, leyendo o viendo ahora las manifestaciones contra Israel aquí, en España, se detectan grupos que quisieran repetir el Holocausto.
No son sólo la ultraderecha supremacista blanca, sino masas de gentes supuestamente de izquierdas, y nacionalistas regionales que se presentan como socialistas, los socialnazionalistas.
Explotan el conflicto árabe-judío siempre contra los judíos, cuando los israelíes son palestinos geográficos, tanto como los árabes, y más antiguos: desde hace miles de años.
España ha destacado por encima del resto de Europa como el país de antijudaísmo más virulento, según ha denunciado internacionalmente la Liga Antidifamación (ADL): porque es común, incluso en este aniversario de Auschwitz, ultrajar aquí a los judíos. Y con el silencio cómplice de este Gobierno.
Los españoles más resentidos y antijudíos se detectan fácilmente: reproducirían Auschwitz con el turbante de una superioridad moral que oculta su complejo de inferioridad.
¡Seis millones! No está mal,casi la mitad de los abortos que se realizan en Europa en un año,muchos de ellos tambien por la misma falsa superioridad moral.
Publicado por: gavion | lunes, 01 febrero 2010 en 19:14