Van a sobrar por innecesarias 27 millones de las 37 millones de dosis de vacunas de la gripe A compradas por España, y se perderán gran parte de los 333 millones de euros que el Gobierno invirtió en medios para paliar la pandemia que iba a matar a decenas de millares de españoles.
La gripe A ha resultado un fiasco. Una gripecilla, como anunciaban tantos médicos escépticos, acusados también de negacionistas indeseables porque abundan entre ellos los que dudan de que el hombre ocasione el supuesto calentamiento global que iba a achicharrarnos este invierno y que está congelándonos, empapados.
Sí, todo el mundo necesita vacunarse contra la manipulación, el alarmismo y la mentira de los que explotan nuestros miedos y emociones.
Necesitamos vacunas contra el fraude sistemático al que nos sometieron no se sabe quiénes, desde dónde, ni por qué, con todos los pavores que nos inculcan, esta vez la gripe porcina, gripe A, o A1H1.
Se diría que somos ratoncillos de indias víctimas de campañas propagandísticas que ensayan cómo puede provocarse un pánico mundial, incluso entre los dirigentes políticos de cualquier país.
Porque el Gobierno español y sus únicos opositores, el PP y UPyD, cayeron en la trampa de creer en esta gripe, pero también lo hicieron otros gobiernos, incluyendo el de EE.UU., donde egoístamente los Obama hicieron vacunar a sus hijas antes que a nadie del país.
La manipulación no parece que sea por los 3.600 millones de euros de beneficios que obtuvieron con las vacunas las farmacéuticas fabricantes: eso lo ganan con cualquier medicamento sin necesidad de provocar pánico mundial.
Es como si hubiera algo oculto, como las grandes campañas atemorizadoras anteriores, la principal de ellas la del calentamiento antropogénico.
Hay que vacunarse, sí. Quieren aterrorizarnos y es imprescindible vacunarse con grandes dosis de frialdad, desconfianza y retranca
como anunciaban tantos médicos negacionistas, muchos de ellos presentados como indeseables porque también rechazan que el hombre ocasione el supuesto calentamiento global que iba a achicharrarnos este invierno y que está congelándonos, empapados (sic)
Ah, pero son los mismos? Qué cracks, le dan a la medicina y además a la climatología!
Publicado por: Nemigo | lunes, 04 enero 2010 en 21:26