Varios miembros de la Familia Real española acaban de recibir un regalo que si lo aceptan logrará que quienes esperan toda ocasión para atacar la Monarquía la presenten ante la ciudadanía como codiciosa e insolidaria.
Atentos a los republicanos independentistas estilo ERC o a Iñaki Anasagasti, cuya única actividad política es convertir los aciertos de los Reyes en errores y los errores en crímenes.
Era un gesto habitual hace unos siglos que un leal monárquico le donara su herencia al Rey, pero ahora aparece como rareza que un millonario menorquín, Juan Ignacio Balada Llabrés, decidiera dejarle la mitad de su fortuna a los Príncipes de Asturias y a los ocho nietos de los Reyes.
Balada poseía viviendas, edificios, fincas, una farmacia modernista declarada Bien de Interés Cultural, acciones en empresas, incluyendo petroleras, y cuentas no especificadas por el diario menorquín “Última Hora”, que dio la noticia.
Aparentemente su fortuna era de muchos millones de euros. Su otra mitad no queda para sus únicos familiares, unos primos, sino para una fundación de ayuda social y cultural isleña.
Y el problema: si la Casa o la Familia Real aceptan la donación, algo que haríamos tanto usted como yo entusiasmados, los Carod-es, Anasagasti-s et all denunciarán a la Familia Real por quedarse con esa riqueza, habiendo muchas necesidades en el país, y más en Haití.
Alegarán que tienen una asignación del Estado y que ocupan un puesto de tan alto honor que no requiere la posesión de grandes bienes que, por otra parte, son ideales para la especulación.
Pero los Príncipes tienen que pensar en sus hijas y en sus primos. ¿Y si los Carode-s y los Anasagasti-s y, sobre todo, los republicanos más serios que esos advenedizos se salieran con la suya, y algún día no hubiera Monarquía?
Este sí es un Real Problema.
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NOTA
Una cadena de averías informáticas en dos ordenadores borró las direcciones electrónicas que tenía el cronista de quienes mantenían relación escrita con él. Ruego que esas personas me hagan llegar de nuevo sus señas escribiendo a
Gracias y saludos, Manuel Molares do Val
Pero los Príncipes tienen que pensar en sus hijas y en sus primos. ¿Y si los Carode-s y los Anasagasti-s y, sobre todo, los republicanos más serios que esos advenedizos se salieran con la suya, y algún día no hubiera Monarquía?
Este sí es un Real Problema. (sic)
Un real problema? Para quién?
Suponemos que los reyes, príncipes, hijos, sobrinos, nietos y demás familia RESPETARÁN las decisiones libres y democráticas que tomemos los ciudanos. Esos mismos ciudadanos que con sus impuestos los mantienen (y muy bien por cierto) A efectos legales la familia real no existe. Existe el rey y su heredero los demás que visiten ETTs
Publicado por: Nemigo | sábado, 16 enero 2010 en 19:15