"Caspa progre” es una feliz expresión del escritor Mike Ibáñez, útil para señalar al progre que sin disfraz dialéctico resulta un rústico, lo que le da una imagen lamentable.
Sintiéndolo mucho: es el perfil que presentó José Luís Rodríguez Zapatero en el Foro de Davos durante una sesión con personalidades políticas y financieras internacionales.
Las intervenciones eran en inglés, idioma que no conoce. Algo sin importancia, porque en situaciones así se tiene cerca a alguien que haga traducción simultánea.
Pero en lugar de pedir ayuda a los diplomáticos españoles que estaban al lado, Zapatero hacía como que entendía: afloraba la rancia caspa española de la soberbia para ocultar una debilidad.
Para mayor humillación, ni siquiera entendía las instrucciones de los auriculares de traducción simultánea que, además, resultaron inservibles.
Para mayor humillación, ni siquiera entendía las instrucciones de los auriculares de traducción simultánea que, además, resultaron inservibles.
Un caso de caspa que se da en quienes no saben aceptar sus limitaciones ni adaptarse a los lugares donde están. Como Carod-Rovira, que aunque habla idiomas, va evacuando caspa nacionalista en forma de dinero para que se hable catalán en todo el mundo.
El catetismo casposo se muestra cuando quien desprende esas escamillas capilares entra en terrenos que desconoce para darle lecciones a quienes viven allí, sustituyendo la realidad, lo bueno y lo malo, por ocurrencias de ignorantes o de dogmáticos.
Ahora vienen las ministras Viviana Aído y Trinidad Jiménez metiéndose en la cama de los españoles para dirigirlos con un nuevo manual casposo sobre la vida sexual, sustituto del de López Ibor, inspirado por sotanas obviamente casposas.
La vieja caspa advertía que el exceso de libido producía debilidad, y la caspa progre recomienda desatar la libido no sólo entre humanos o entre humanos y otras especies, sino también con las computadoras.
A este país siempre lo sulfatan con caspa: de sotanas o de progres, qué difícil es librarse de ella.
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LECTURA RECOMENDADA
James Skinner ha vuelto a escribir uno de sus análisis sobre España en la revista Hack Writers. Se titula Coffee for Everyone. Describe la estructura española desde el poder central y la actuación de las CC.AA. las provincias y los municipios. Y estos en relación con los servicios a los inmigrantes con permiso o sin permiso de residencia. El cruce de intereses y discrepacias que conduce a un Estado que podría romperse.
Puede leerse aquí:
D. Manuel: no tengo por objeto hacer daño pero... es que Bibiana Aído lo ha escrito con dos uves (bien es cierto que ambas teclas -la b y la v- se encuentran muy próximas en el teclado).
Aprovecho para dejar un vídeo de lo más ilustrativo que, a pesar de no venir muy a cuento no puedo resistirme a "colgarlo".
Un saludo y buen día.
http://www.youtube.com/watch?v=2C-vrNHipHs
Publicado por: Eric Smith | domingo, 31 enero 2010 en 18:21