Hembrismo y feminazismo son términos menos adecuados que el de femibolchevismo para describir a quien odia al hombre porque lo ve como un enemigo de género, nueva versión del enemigo de clase, como lo eran la burguesía y la aristocracia para los bolcheviques.
Observemos que la aparición de una ideología radical izquierdista basada en la lucha de géneros, término que sustituyó al de sexos, coincidió con el abandono en el mundo desarrollado de la dialéctica de la lucha de clases.
El marxismo-leninismo se aplica ahora atribuyéndole a la mujer el carácter de clase explotada. La mujer militante, como los bolcheviques, tiene la razón y el deber revolucionarios de romper las cadenas que atan su clase oprimida, el género.
Y si ella comete malos tratos físicos o sicológicos debe justificársele porque él “algo habrá hecho”, y además, porque el bien perseguido siempre será superior al mal ocasionado.
Bajo este pensamiento se creó la ley contra la violencia de género zapaterista, con la que en un conflicto entre hombre y mujer él siempre será culpable como miembro de la clase explotadora.
Contra esta ley se ha expresado públicamente, poniendo en peligro su propio empleo, el juez Francisco Serrano, que descubrió cómo una mujer hacía enviar a prisión constantemente a su exmarido denunciándolo por malos tratos cuando él estaba a kilómetros de distancia.
Juez de familia número 7 de Sevilla, Serrano conoce numerosos casos de denuncias falsas similares, y señala que si bien los hombres mataron este año a 54 mujeres, las mujeres provocaron numerosos suicidios y mataron a treinta hombres.
Cierto, los hombres son más violentos, pero no todas las mujeres son inocentes, como proclama el femibolchevismo, que exige ahora la destitución de este juez y, quizás, desearía facilitarle el final del Zar Nicolás II.
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FELIZ 2010
A todos los seguidores de este blog quiero expresarles, ante todo, mi agradecimiento por leerlo y comentarlo con paciencia, a pesar de que a veces puede provocarles estupor y desasosiego.
Quienes lo leen cada día saben que la función de las "Crónicas Bárbaras" es pasar sin gran autocensura al otro lado del espejo de la realidad, presentándola como es, una obra descarnada, grotesca, ridícula: una comedia bárbara.
En medio de todo esto nos llega 2010, año que promete ser poco venturoso pero al que podemos cambiarle parcialmente su sentido haciendo felices a quienes nos rodean: si lo logramos lo seremos también nosotros.
¡Feliz 2010!
Excelente columna Don Manuel.
Dejo aquí una entrevista hecha por el diario El Mundo al juez Francisco Serrano:
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/12/22/espana/1261495993.html
¡Feliz 2010 para todos!
Publicado por: Gaspar Payá | jueves, 31 diciembre 2009 en 18:28