La velada amenaza del socialismo y del nacionalismo catalanes de romper España es consecuencia de una de esas ocurrencias que iluminan súbitamente a Rodríguez Zapatero en los mítines cuando los aplausos le calientan la mollera.
Ocurrió al prometerle a Pasqual Maragall, el 13 de noviembre de 2003, que favorecería incondicionalmente en el Parlamento español cualquier Estatuto catalán que él propusiera.
Maragall logró ser presidente de la Generalidad, y seis meses después, tras el 11M, Rodríguez Z. resultaba elegido primer ministro español.
Había que cumplir la promesa, y Maragall elaboró un estatuto inconstitucional destinado a convertir Cataluña en centro de los “Paisös Catalans”, nación con derechos imperiales sobre Valencia, Baleares, parte de Aragón y Murcia, y con reivindicaciones sobre el sureste de Francia.
Un Kosovo, una nueva Nación con el neoindigenismo catalanista logrando el reconocimiento de gobiernos gamberros de la ONU, como los de Venezuela, Bolivia..., o Irán.
Cuando Maragall perdió su liderato tras detectársele complejo de Napoleón, tomó su relevo José Montilla, charnego andaluz, que para hacerse perdonar su origen siguió la senda imperialista maragalliana.
Las instituciones catalanas le habían enviado ya al Parlamento español su Estatuto de estado semi independiente, donde lo recortaron levemente. Aún así fue impugnado ante el Tribunal Constitucional por el Partido Popular y por el Defensor del Pueblo.
Ahora parece que esta Magistratura va a corregir parte del texto aprobado en las Cortes y en un referéndum catalán. Como respuesta, el socialnacionalismo catalanista amenaza a los españoles con insurrecciones políticas, incluso populares.
Las ideas atolondradas de Zapatero y el oportunismo de Montilla y los nacionalistas, pues, amagan con romper el país si el Tribunal Constitucional reduce sus concesiones al soberanismo.
Todo esto lo merecen los socialistas y los españoles por elegir dirigentes de sesera seca, recalentada y napoleónica.
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LECTURA IMPRESCINDIBLE: EL GEORGE W. BUSH ESPAÑOL
El diario ABC de hoy publica en su tercera página un artículo de lectura imprescindible escrito por el proferor J.H.H. Weiler, titulado El George W. Bush español.
Convendría comprar el periódico, porque el papel se saborea de diferente forma que la pantalla de ordenador. De todas maneras, pinchando el enlace de abajo se puede leer este arículo desgarrado y desgarrador sobre quién es y qué legado deja Rodríguez Z.
el legado de aznar fue apoyar una guerra ilegal contra la que estábamos más del 90% de la población. La papeleta de iraq tenía a las fuerzas (de paz) españolas metidas en sus bases, acosadas y sin poder poner un pie fuera de ellas. Incluso el despropósito de SITEL es legado de aznar
Ibarretxe pretendía hacer un referendun y se quedó en eso
Publicado por: Nemigo | miércoles, 25 noviembre 2009 en 19:53