Cuando usted supo este viernes que un hombre de 24 años violó y mató al hacerlo a una niña de tres en Tenerife sintió un escalofrío de pavor, mayor aún si tiene hijos víctimas potenciales de monstruos así.
Y se horrorizó al descubrirse pensando que ese ogro, compañero sentimental de la madre de la niña, merecía un castigo mucho mayor que el que pueda producirle la ley española.
Alguien religioso quizás crea que su Dios le castigará en otro mundo, porque ni la más dura cadena perpetua puede hacer pagar en vida algo tan horrible, y menos aún la veintena de años que pasará en prisión, en el mejor de los casos.
Porque, témalo usted, algún siquiatra le diagnosticará una enfermedad mental más o menos transitoria y quedará libre en no muchos años para repetir su experiencia.
Recordemos a “El Rafita” y a su banda de amigos, asesino de la niña Sandra Palo, que tras violarla en grupo, la atropelló repetidamente con un coche, le prendió fuego y siguió de fiesta mientras ella moría lentamente.
Un asesino menor de edad, sí, pero en poco tiempo él y sus compinches volvían a delinquir libremente: hay leyes tan perversas que parecen redactadas por delincuentes potenciales.
Tras hechos como el de Tenerife nos queda el cuerpo infectado de ira, trastorno que se multiplica en la mente, como descubrimos al desear que tipos así tengan peor final que el que produjeron.
Y queremos que la implacable justicia carcelaria ejerza su espantosa represalia, sabiendo que hasta los peores delincuentes odian a estos engendros.
Descubrimos entonces nuestra propia y reprochable maldad al anhelar que se le aplique un sanguinario desagravio, una desmedida saña; pero también evidenciamos que la justicia española, débil e injusta, es lo que nos vuelve vengativos y justicieros. Unas hienas alimentadas con carroña.
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Nota: Dice ahora la policía que la niña no fue violada, sino "sólo" maltratada. Primero, habrá que comprobarlo, porque mientras no se someta a juicio al mostruo quizás lo protejan atenuando su crimen. Aún así, todo el razonamiento anterior es igualmente válido.
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SEGUNDA NOTA
Las autridares policiales y judicales canarias informaron sobre un hecho monstruoso: un hombre había asesinado a una niña violándola.
Pero dicen ahora que no hubo tal violación y que los golpes y quemaduras que sufría no fueron provocados por él.
El cronista analizó la versión inicial y oficial del caso porque desgraciadamente este tipo de actos son demasiado comunes en una sociedad que ha perdido el sentido de la medida que separa la enfermedad mental de la maldad.
El cronista pide perdón a sus lectores, pero por haber elaborado un análisis basado en informaciones oficiales aparentemente erróneas, lo que le indujo a trabajar con datos falsos aparentemente objetivos.
Pido perdon nuevamente,aunque alerto acerca de muchos otros sucesos parecidos que no invalidan las conclusiones expuestas aqui.
ha sido puesto en libertad sin cargos -> http://www.20minutos.es/noticia/576938/0/accidente/muerte/menor/
Los investigadores dicen que "todo indica que ha sido un accidente"
Publicado por: Nemigo | sábado, 28 noviembre 2009 en 18:16