Unos cuatro mil representantes de 175 países preparan hasta el día 6 en Barcelona la conferencia de la ONU sobre el clima que pretende reducir las emisiones mundiales de CO2, objetivo imposible, y seguramente erróneo porque ese gas quizás sea más bueno que malo para el planeta.
Luego, entre los días 7 y 18 de diciembre, reformarán en Copenhague el Convenio de Kioto y tratarán de establecer un diezmo para la nueva religión antiprogreso que exige a las naciones poderosas darle limosnas a las pobres para que generen poco CO2.
Usted pagará para que alguien en África no pueda aspirar a tener nevera, cocina a gas u otro artilugio consumidor de energía de origen fósil, aunque abunde donde vive ese pobre. Quien, además, no verá céntimo alguno, porque todo se lo quedará su dictador nacional.
Y dígale usted a China, India, a los países emergentes, que suman 3.000 millones de personas, que moderen su consumo de energía. Que se renuncie desde ahora a electrodomésticos, cocina de inducción, lavaplatos, coches, autopistas y trenes de alta velocidad.
Lo que convierte en tragicomedia la reunión de Barcelona, y después el Convenio de Copenhague, es que todos los asistentes saben que sus objetivos son inalcanzables.
Y saben también que el clima no ha variado desde hace muchos años. Que los anuncios apocalípticos se basan en modelos y locas proyecciones informáticas que parten de datos falsos.
Los mecanismos de esta estafa los sintetiza y explica con rigor el geógrafo y profesor universitario Antón Uriarte en su blog CO2 (http://antonuriarte.blogspot.com/).
Ahí demuestra la mentira de la disolución de los polos, del crecimiento de los desiertos, de la maldad del carbón o del CO2 y demás dogmas religiosos que nos empobrecen y que mantendrán en la miseria a los que viven en ella.
es un error pensar que la tecnología y economía actual es la mejor y que no hay alternativas. Podemos mirar atrás, hace 100 años era el carbón y antes la madera, luego el petróleo y hoy... Hoy seguimos igual? No es necesario renunciar a nada por el progreso o futuro. Solo cambiar y evolucionar. En áfrica, china o india NO no pueden basar su futuro en el petróleo. Ese petróleo tiene más valor vendido a países occidentales. Nadie defendería que fuese con carbón con lo que producir energía. Ellos y muchos más tienen recursos naturales. Hidráulicos, eólicos y solares... todos naturales y renovables.
Publicado por: Nemigo | miércoles, 04 noviembre 2009 en 16:54