Si se analiza a fondo lo que dice Carlos Solchaga sobre Zapatero en la revista Vanity Fair que salió este martes, incluyendo sus silencios, jesuíticas alabanzas y frases conmiserativas, se descubre un fondo de ira y, lo que es peor, de desprecio.
Solchaga ha roto el culto de los socialistas a la personalidad del presidente del Gobierno, al describirlo con circunloquios como populista y presidencialista que se rodea de personas insignificantes para evitar que puedan eclipsarlo.
Para dejar clara esa idea, Solchaga, que fue ministro de Industria y después de Economía entre 1982 y 1993, contrasta a Zapatero con quien fue su presidente, Felipe González, una persona "con grandeza de ánimo a la hora de escoger colaboradores sin temor a que le hagan sombra".
Este aspecto de la crítica es el más importante: el exministro cree que Zapatero no elige ministros para formar gobierno, sino simples secretarios y secretarias que, siendo más mediocres que él e incapaces de llevarle la contraria, lo hacen aún más soberbio y fatuo, lo que le incita a cometer gravísimos errores políticos y económicos.
Como fueron los de sus negociaciones con ETA y la creación del Estatuto de Cataluña, que si no los hubiera cometido le habrían dado la mayoría absoluta en 2008, cuando la economía todavía era boyante.
Por eso Solchaga no se explica cómo Pedro Solbes resistió tanto tiempo como ministro, y advierte que él se habría marchado mucho antes.
En realidad, Solchaga sólo ratifica lo que afirman algunas confidencias de gente que trabaja en la Moncloa, según las cuales los ministros sólo son muñecos movidos por los caprichos zapateriles, y las ministras, sobre todo las atolondradas jóvenes, imágenes elegidas para la televisión
Que alguien como Solchaga sea tan rotundo, anuncia marejada interna entre los socialistas.
ZP no está bien visto por el staff socialista. Los viejos elefantes blancos no aprecian a zp por la sencilla razón de que nada les debe ni les rinde pleitesía
Sorprende que solchaga hable de felipe gonzález y sus colaboradores cuando le salieron ranas como el impresentable roldán o el pérfido belloch que le decía a gonzález que no se fiase de nadie y corría a filtrar información a la prensa
Con ETA nogoció todo cuanto partido político gobernó en españa. Negoció o intentó negociar. El estatuto catalán no es más que un bulo. Recordar que los mismos artículos (o similares) los tiene el estatuto andaluz y nada se protesta por eso
Publicado por: Nemigo | martes, 20 octubre 2009 en 19:59