Un simpatizante de ETA, decía recientemente a unos periodistas que si la Reconquista había durado ocho siglos, la del nacionalismo vasco violento solamente lleva cincuenta años, por lo que aún pueden luchar 750 años más.
El filoetarra señalaba así que para él está empezando la Reconquista, y que su objetivo es expulsar a los moros, que son españoles, seres contaminados con sangre impura.
El Bilbaino Miguel de Unamuno decía que sus paisanos vascos eran los españoles más puros, los más primitivos, aparte de que las distintas variantes de su idioma milenario, mezclado con el latín vulgar, habían creado la lengua castellana.
Pero aquí están estos personajes que creen que deben echar de "nuestro territorio" a quienes se les han Infiltrado: los moros, identificables como inmigrantes maketos, y los judíos, que se han apoderado de la alta cultura y de las finanzas.
Esta imagen no nació con ETA: hasta el siglo XX fue el vasco un pueblo pequeño con pocas absorciones étnicas de otros orígenes, aunque aprovechó este aislamiento que le garantizaba su "limpieza de sangre" para ocupar puestos de élite en la política española que rechazaba impuros , especialmente a partir de los Reyes Católicos.
Cuando desapareció la obsesión por la virginidad sanguínea y el catolicismo más obtuso, cuando a mediados del siglo XIX se pretendió igualar a los españoles, quienes vieron mermados sus privilegios históricos comenzaron la nueva Reconquista: los carlistas, primero, y después los discípulos de Sabino Arana con su Rh.
Ahora, la mitad de los vascos ya son impuros, maketos moriscos y judíos, pero tienen un sistema educativo autóctono, acrecentadamente nacionalista en democracia, que les hace creer que tienen "siete mil años de antigüedad", que decía Ibarretxe, por lo que la ETA siempre gozará de amplia cantera, como el Athletic de Bilbao, ideal de pureza nacionalista contemporánea.
a día de hoy y en el futuro posiblemente eta no tenga solución ni fin. Quizá agonice como los grapo o termine siendo un grupo de gente marginada que vive entre la cárcel y la indigencia
Lo que sí parece muy claro es que políticamente no hay intención de acabar con la situación actual. Demasiada gente: políticos, policías, empresarios, católicos y un sectario etc viven bien, no les interesa cambio alguno. Los que están en la cárcel allí siguen, los que mandan son los mismos y los que se llenan los bolsillos mantienen la boca cerrada
Publicado por: Nemigo | lunes, 03 agosto 2009 en 19:52