Al prohibir a finales de julio cinco actos de apoyo en Guipúzcoa a los presos de ETA autorizados antes por Santiago Pedraz, la sección cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional emitía otro reproche legal hacia este magistrado, como muchos que le ha lanzado a lo largo de los años.
A la vista de su historial da la impresión de que Pedraz desearía dejar libres con cargos atenuados a los asesinos más peligrosos y que enviaría a la cárcel a los policías que se jugaron la vida al detenerlos si detectara que les habían apretado excesivamente las esposas.
Este magistrado parece menos un servidor de la justicia que algo así como un rebelde antisistema de ropa cara y vida social de alto nivel económico, piadoso con el delincuente, al que debe ver como víctima de códigos sociales demasiado estrictos.
Primero de los siete hijos de un subdirector de la Agencia EFE ya fallecido y firme aspirante a sustituir como estrella a Baltasar Garzón, Pedraz, de 51 años, atrae hacia si numerosos casos de gran repercusión informativa.
Y mientras atenúa como puede los reproches jurídicos a los etarras, persigue objetivos imposibles, como al gobierno chino por la represión en el Tibet, a los tanquistas estadounidenses que mataron a José Couso, o a la exdictadura guatemalteca.
En definitiva, y aunque las salas de la Audiencia Nacional revoquen después sus actuaciones, encuentra fáciles titulares mientras irrita a las víctimas del terrorismo.
Esta contumacia recuerda la rebeldía e insumisión de algunos periodistas de EFE a la rigidez de su padre, un perfeccionista duro, exigente, que vigilaba con severidad el cumplimiento de las normas de redacción más rigurosas.
Quizás Freud podría explicar algo sobre la incomprensible conducta de rebeldía e insumisión del juez Santiago Pedraz actuando como esos periodistas ante su padre.
el fin de eta no se logrará prohibiendo actos públicos como fanfarrias o pegadas de carteles. Todo eso ya lo hacen sin pedir permiso a nadie y armados los de eta. Los grapo siguen matando gente y que se sepa no piden permiso alguno para hacer concentraciones
Quizá el problema esté más en la "audiencia nacional" en otros tiempos llamado tribunal de orden público. En esa reforma tan necesaria el sistema judicial podría incluirse la supresión de este organismo de dudosa utilidad social
Publicado por: Nemigo | lunes, 03 agosto 2009 en 00:33