Uno de los mejores ejercicios de memoria sobre la historia española es el análisis del curriculum de los antepasados de quienes presumen que fueron antifranquistas, como los de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, que no mintió hace unos días en Paraguay al afirmar que su padre fue un represaliado, pero que ocultó sus leales servicios posteriores al dictador.
Ella, como muchos políticos de izquierdas, no quiere admitir que son fruto de pactos entre unos y otros, como el mismo Rodríguez Z., que evoca públicamente a su abuelo paterno, rojo fusilado, y silencia al materno franquista.
Cuando los actuales socialistas reinventan la “memoria histórica”, presumiendo de no haberse beneficiado del franquismo, pretenden situar a la derecha como única heredera del dictador, cuando a veces puede probarse lo contrario.
Wenceslao Fernández de la Vega Lombán, padre de la vicepresidenta, no se unió al levantamiento del general Franco y fue represaliado y expulsado de la carrera de funcionario del Estado, pero en 1949 fue rehabilitado y, debidamente reconvertido en franquista, en 1957 juró los Principios del Movimiento y lealtad al Caudillo como Delegado Provincial de Sindicatos de Zaragoza, cargo reservado a los camisas viejas de Falange.
No ocurrió igual con el abuelo de Mariano Rajoy, el galleguista Enrique Rajoy Leloup, también represaliado, que perdió su cátedra en Oviedo y nunca pudo recuperarla.
Más de la mitad del Gobierno de Rodríguez Zapatero proviene de familias con notables servidores del franquismo, pero que lo ocultan con mefítico complejo de culpa, como De la Vega.
Pero ellos no son responsables de no descender de los perdedores, quienes, si hubieran ganado, no habrían sido mejores que los franquistas porque los españoles fueron así de violentos, como lo prueba la existencia de ETA.
"...si hubieran ganado, no habrían sido mejores que los franquistas porque los españoles fueron así de violentos, como lo prueba la existencia de ETA" (sic)
Argumentar por esa línea deja cuando menos muchas dudas
Se supone entonces que la república (el sistema político) y los partidos que formaban la república (psoe, comunistas, anarquistas, partidos vascos, catalanas y gallegos etc) eran todos iguales? Obviamente no
Los franquistas tenían partido único, nadie que no fuese adicto al régimen tenía sitio entre ellos
Decir que los socialistas, comunistas, anarquistas, nacionalistas "periféricos" y demás que formaban la república eran todos iguales e igual de malos que los franquistas. Eso no se sostiene por ningún lado. La base política y democrática de ese "conglomerado" era tal que incluso con ideologias completamente diferentes (anarquistas y comunistas por ejemplo) tenían cabida dentro de la república impensable en el franquismo dentro del partido único y sindicato unificado que existiese alguna discrepancia
Y otro botón: era imposible que la república ganase la guerra civil. No tenía ejército ni medios materiales. La república de un país subdesarrollado no podía sola enfrentarse a la máquina nazi de matar. ETA tiene sus orígenes (o cuando menos su justificación) en la lucha armada contra el franquismo. De ahí, no de la violencia de la sociedad española a la cual NUNCA ha representado. Muchos de los que apoyaron la lucha armada de eta se autocalifican de luchadores por la "democracia"
Publicado por: Nemigo | domingo, 09 agosto 2009 en 21:59