La versión supuestamente progresista del llamado golpe estado en Honduras es que el ejército del país “secuestró al presidente Zelaya y lo expulsó a Costa Rica”.
Una visión más pragmática indica que el ejército siguió las indicaciones de la justicia, representada por la Corte Suprema, y del Congreso del país.
El supuesto progresismo considera víctima a este protegido de Hugo Chávez, Manuel Zelaya, que había convocado un referéndum ilegal para reformar la Constitución porque le impide ser reelegido.
Pero para el poder judicial, y para el Parlamento, el unánime rechazo al referéndum, incluyendo el del Partido Liberal del propio Zelaya, fue la necesaria respuesta a su proyecto.
Ahora aparece Obama como si fuera otro populista latino: metiéndose en Honduras, condenó la deposición de Zelaya, aunque menos groseramente que Hugo Chávez, que antes consideraba a Zelaya un derechista reaccionario, pero que tras adherirse en 2008 a su iniciativa “bolivariana”, ALBA, es un progresista ejemplar.
Inesperado retruécano de Obama, porque refuerza a los miembros de ALBA, el club de populistas antiestadounidenses sostenidos por el petróleo del venezolano.
Con excepción de Costa Rica, los países centroamericanos sufren desde su independencia, hace casi dos siglos, el renacer cíclico de líderes como Zelaya, salvadores de la patria, y servidores, unos, y enemigos, otros, de EE.UU.
Son bucles de grandes mostachos y discursos entrelazados a los que derrocan otros tipos con iguales mostachos, guerrilleros o espadones generalmente sangrientos; Woody Allen los ridiculizó instintivamente en Bananas, película sobre una república bananera que debería hacer meditar a Obama.
España tuvo últimamente su propio bananero, Ibarretxe, que pretendía convocar un referéndum “consultivo” ilegal para independizar el País Vasco.
Si no hubieran derogado una ley redactada para esta situación habría terminado exiliado y con mostacho, guitarreando las honduras de sus sentimientos.
Y el Gobierno español, complaciente con su silencio ante el fraude electoral iraní y ante los muertos producidos en su Alianza de Civilizaciones, en lugar de reflexionar sobre las honduras de la crisis hondureña se ha puesto en cabeza de manifestación para abanderar una reacción internacional contra el presidente nombrado por el Parlamento del país.
Revelas el fascismo que corroe tu alma: La democracia "liberal" de la que te jactas, alude únicamente a gobiernos serviles y de seres viles como tú, "pistolas de alquiler", servidores arrastrados y sumisos de los ricos. Zelaya puede ser presidente si se arrastra y hace felaciones a las oligarquías latinoamericanas -gentes blancas- criollos o llámalos como debe ser: Españoles de porquería nacidos en América: Asquerosa basura, cerdos, en resumen. Hugo Chávez representa la rebelión de la gente de color, la que derriba estatuas de esa mierda que la Historia llama Cristóbal Colón; gentes que odian a España y a lo que ella representa: Porquería cultural, país de estúpidos afeminados. Abajo España y abajo tus crónicas de maricas, MARICÓN.
Publicado por: Anti Español | sábado, 11 julio 2009 en 20:17