José Luís Rodríguez Z. ha sugerido ya que cerrará la central nuclear de Garoña, pese a que su vida podría alargarse hasta 2021: será otro triunfo de ETA, que logró que Felipe González decretara la moratoria nuclear en 1984 tras los atentados contra los trabajadores de la central en construcción de Lemóniz, Vizcaya, y cuya factura por ese abandono seguimos pagando todavía hoy.
Recuperada la valentía, González pide ahora que Garoña se mantenga abierta, tras la recomendación del Consejo de Energía Nuclear. Pero Z., exhibiendo donaire, la cerrará, dice, siguiendo su programa electoral.
Programa que también prometía pleno empleo, trágica broma electoralista, como tantas otras: la última, anunciar “brotes verdes” en la economía antes de las elecciones europeas, para admitir después el desastre que viene y aumentar los impuestos.
A la demanda de Felipe González se han añadido Alfonso Guerra, Josep Borrell, Joaquín Almunia, Joaquín Leguina, y otros históricos del socialismo no abducidos por este Mesías-Mésias exhibidor del cansino manual de ocurrencias progres.
Con una deuda externa que ya pagamos y que llegará a los biznietos, básicamente por importar hasta el 80 por ciento de la energía que consumimos, Rodríguez Z. justifica el cierre de Garoña, porque “sólo” produce menos del dos por ciento de la electricidad nacional.
Mientras, a España han vuelto empresas extranjeras para reabrir minas de uranio abandonadas. Enviarán la materia prima a las 450 centrales nucleares que se construirán en el mundo en los próximos veinte años.
Z. proclama que lucha contra el calentamiento global, pero quiere cerrar algo que no lo produce, aparte de que creamos o no en la maldad del CO2.
Y con 4,5 millones de parados, y subiendo, Z. echará a la calle a un millar de personas y más: este pleno empleo, tributo a ETA.
No sabía que fue por ETA que Mister X dejara de construir centrales nucleares.
Publicado por: Jom | viernes, 19 junio 2009 en 20:44