En Europa le hemos prestado poca atención a una señal que podría indicarnos cuál será política exterior de Barack Obama, señalada con el itinerario del primer viaje al exterior de Hillary Clinton, la Secretaria de Estado, por países del océano Pacífico.
Hace bastantes años que los más notables estudiosos de la geopolítica y los de la prospectiva social y económica indicaban que el tradicional eje del poder Europa-América, centro histórico del interés de Washington, iba a trasladarse al Pacífico, al eje América-Asia.
Pues llegó el momento. Y coincide con que Obama tiene más vinculación personal con el Pacífico que con nuestro océano: nacido en Honolulu, pasó su primera infancia en Indonesia, se hizo adulto y político en Chicago, en los Grandes Lagos, y sólo conoció el Atlántico como estudiante en Harvard.
Otro aviso es que el primer gobernante extranjero que visitará Washington, hecho cuyo valor quiso resaltar Clinton, no será un europeo o latinoamericano, como era costumbre, sino el primer ministro japonés, Taro Oso.
Además, en Corea del Sur, China e Indonesia, los demás países a los que viajó, Hillary dejó claro que su principal interés comercial y político se dirigirá allí, y además a la India y a los once países del sudeste asiático, ASEAN.
Con una matización que señala el “cambio” obamiano sobre el ideario de Bush: Washington no va a presionar a estos socios, especialmente a China e Indonesia, para que adopten sistemas políticos a la occidental como quería el antecesor, guiado por antiguos trotskistas partidarios de mantener una revolución permanente democrática y capitalista.
Con Irak pacificándose y Afganistán esperando más tropas aliadas dispuestas a combatir, incluyendo las españolas, Europa parece perfilarse lentamente como socio segundón y retaguardia de guerra para la América del “cambio”.
Comento su último párrafo conclusión:
Por eso creo que a Europa le corresponden dos papeles:
1. O bien nos apuntamos a los planes de EEUU, y seguimos esos caminos atlantistas...ó...si eso no nos conviene, optar por lo que yo en estos momentos veo más preferible:
2. Seguir presionando para que esos países asiáticos se hagan democráticos.
Digo que la segunda opción es "más preferible" AHORA porque la relación que yo quise con EEUU era simplemente por coincidir con los mismos objetivos de Bush y no por "amor incondicional" a América. Europa debe pues, presentarse como alternativa a los planes exteriores de la administración Obamita.
Publicado por: Alfredo | domingo, 01 marzo 2009 en 20:21