Dice el escritor sevillano Antonio Burgos que un fiscal creó el término farruquitear para describir la conducta de quienes, como Farruquito, matan a una persona y después van por las televisiones cobrando por contar la experiencia.
Aplica el verbo también al espectáculo montado alrededor de una niña de 14 años, actual novia del presunto asesino de Marta del Castillo, que pasea con su mamá por las televisiones narrando la convivencia en su casa con ese tipo.
Podría aplicarse otro neologismo, el de chusmear, para definir el espectáculo que dan las televisiones sobre casos así, con la chusma exigiendo linchar al criminal.
El diccionario de la RAE define chusma como “muchedumbre de gente vulgar” y “conjunto de gente soez”, entre otras acepciones, y esa es la masa cuyas imágenes aparecen en las pantallas como muestra de la “sensibilidad social del pueblo”, según los locutores.
“¡Que nos entreguen al asesino!” grita la chusma, monstruo con centenares de cabezas movidas por impulsos homicidas, pero también exhibicionistas: le hacen gestos a las cámaras para salir en los informativos y cobrar por exhibirse después en los programas más morbosos.
Que esta chusma la formaran gentes de cierta edad podría explicarse, siempre se dice, vienen del franquismo, pero que lo hagan las televisiones y numerosos adolescentes de internet y una educación supuestamente mejor, hace dudar de la calidad humana de los nuevos españoles.
También están las fotos de la chica junto al supuesto asesino, de una intimidad poco recomendable, y que sus padres quizás no evitaron porque cualquier actitud autoritaria para corregirla podría privarlos de su custodia, incluso enviarlos a la cárcel.
Y es que nuestras leyes y cultura se orientan a eliminar la dignidad y todo código moral para que la chusma chusmee como estrella en hediondos espectáculos televisivos.
Cualquier padre sabe que sabe poco de sus adolescentes y ademas es imposible.
También dice Raul del Pozo algo sobre el ombligo que se ve hasta la extenuación en las fotos de esta chica Marta,ya podían poner otra foto porque vamos,vamos ya está bien.
La porqueria nos invade a pesar de que cuatro monos no la querramos en nuestras vidas,es que no jay manera de dejar de tragar tanta basura,está omnipresente.
No hemos tocado fondo ¿tocaremos? estoy deseando una catársis.
Publicado por: Caplan | sábado, 21 febrero 2009 en 20:05