Juan José Tamayo, líder de teólogos críticos que suelen tildar de reaccionario su propio catolicismo, acaba de publicar un libro en el que considera progresista el islam, a pesar de las persecuciones, guerras santas y asesinatos de pecadores u homosexuales que ordenan muchos de sus imanes y ayatolás.
Este excura, fundador de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, es uno de los pensadores de guardia del gobierno de José Luís Rodríguez Z, al que aporta un multiculturalismo místico-zen ideal para su Alianza de Civilizaciones.
Como teórico de la Teología de la Liberación considera al Occidente judeocristiano culpable de los problemas mundiales, incluyendo los de las inacabables guerras religiosas, civiles o exteriores, características del islam desde su fundación, en el siglo VII.
Con esos reproches hacia el cristianismo acaba de publicar su “Islam, cultura, religión y política” (Trotta Editorial), en el que alaba la espiritualidad mahometana y achaca su militarismo a los demás, es decir, a los que se rebelan contra su expansionismo.
Para Tamayo, las invasiones de medio planeta a partir de una desértica Arabia, o las sectas guerreras, los terroristas de Hamas o Hizbola, las teocracias de Arabia Saudita o Irán no son algo reaccionario, sino desviaciones de unos valores espirituales que deberíamos apreciar, estudiar y compartir.
Para lo que propone crear ahora una Teología de la Liberación Islamo-Cristiana, uno de cuyos pilares es el pensamiento del ayatolá Jomeini, el hombre que devolvió a la Edad Media al Irán que caminaba hacia la modernidad, y ejemplo que está exportándose ya hacia Latinoamérica, inicialmente Venezuela, por donde pulula un creciente número de clérigos iraníes.
Tamayo protesta contra los occidentales que piden que la unión legal de homosexuales no se llame matrimonio, sino otra cosa, pero admira a quienes los ahorcan y lapidan.
Aquí el ateólogo debería marcharse una temporadita a Irán o a Arabia Saudí a predicar un poquillo. Seguro que le acogen con unas buenas muestras de talante propiamente islámico...
Publicado por: Hurssel | jueves, 29 enero 2009 en 21:30