El Gobierno amenaza al Poder Judicial (CGPJ) por no haber castigado duramente al juez Rafael Tirado, quien no detuvo al pederasta condenado por abusos a su hija, y que supuestamente asesinó a la niña Mari Luz Cortés la primavera pasada.
El Gobierno acusa al CGPJ de actuar por corporativismo. Pero olvida que en el mismo acto en el que mantuvo una pequeña multa para Tirado le ratificó sin suspensión temporal dos años de inhabilitación dictados por un tribunal murciano a otro juez que retrasó la adopción de una niña por una pareja de lesbianas. Duro castigo asumido por el presidente del Poder Judicial, un católico muy conservador.
En España hay unos 4.500 jueces con cientos de millares de causas sin resolver no porque sean vagos o prevaricadores, sino porque ningún gobierno los ha dotado de suficientes medios humanos y técnicos para su labor.
Rafael Tirado estaba ahogado entre papeles bajo los que tenía que bucear decenas o centenares de órdenes de arresto con mínimo personal. Hacía poco tiempo que había sido premiado por organizaciones feministas por su defensa de la mujer.
Realmente, sólo una minoría de jueces incumple su misión o busca causas para lucirse mientras abandona otras más perentorias, como hacen los jueces-estrella.
A los jueces se le incorporan cada día más y más papeles con un asombroso incremento de burocracia inútil. Deben afrontar, además de las antiguas, las nuevas exigencias ciudadanas que crecen aceleradamente. Pero el personal y su sistema de trabajo continúan entre legajos.
Los jueces carecen de medios, pero el presupuesto se va en coches, en residencias de lujo para políticos, en gastos suntuarios.
En casos como el de Mari Luz no habría que acusar a los jueces, cabeza de turco, sino a los políticos, recua de kakistócratas cuyas incuria y deshonestidad destruyen justicia y democracia.
El problema de la Justicia en España es inabarcable, alcanza dimensiones cósmicas,y va desde el gran deficit de medios y pesonal hasta los jueces-estrella. Si se pudiera, habria que partir de cero y poner unas bases sólidas desde las que construir un sistema judicial INDEPENDIENTE DEL PODER POLITICO, dotado de medios modernos y eficaz.
Dentro de todos los males que le aquejan, la clamorosa lentitud es la consecuencia.
Pedro Pacheco, entonces alcalde de Jerez, acuñó una frase que lo define suficientemente: "La Justicia en España es un cachondeo", dijo entonces. Han pasado muchos años, demasiados y esto está cada dia peor, y los responsables, los partidos politicos, como si no fuera con ellos. La verdad es que nadie les pide cuentas por este desastre que han perpetuado. Treinta años de partitocracia son los causantes de esta y otras calamidades (justicia, educación, sanidad, vivienda, sistema elctoral,...)Trabajo tiene, si algun dia llega al poder, una clase politica responsable, aunque algunos ya no lo veamos.
Otro dia hablaremos de donde se nutren los partidos politicos y los sindicatos para formar sus cuadros dirigentes, otra verguenza.
Publicado por: JR | domingo, 28 diciembre 2008 en 21:03