Se diría que ahora todos los habitantes de este planeta quieren ser estadounidenses. Por eso en los cinco continentes se hicieron fiestas tras la elección como presidente de EE.UU., de Barack Obama, ejemplo vivo de la generosidad y grandeza de sus conciudadanos y de su presente tolerancia racial, cultural y política.
Desde lo políticamente correcto se pueden resaltar sus promesas buenistas. Pero no deben ocultarse sus advertencias imperiales como Comandante en Jefe del ejército más poderoso del mundo, defensor de los intereses de su país y de sus aliados.
Al margen de su discurso de cambio que alegra conciencias bondadosas e idealistas, Barack Obama usa profusamente cuatro palabras clave en sus discursos: patriotismo, sacrificio, unidad y Dios.
Por representar la minoría racial afroamericana, aunque realmente sea mulato según el idioma castellano, parece emplear esas palabras con más énfasis que cualquier político blanco, como para demostrar que podría llegar a ser un tipo tan duro como Bush, aunque más inteligente.
Patriotismo, como expresión de amor incondicional hacia su país, cuyos intereses defenderá con todas las fuerzas que y medios que crea necesario; sacrificio de todos los estadounidenses para volver a poner la nación muy por delante de las demás; unidad, nada que ver con España: pide que demócratas y republicanos defiendan juntos su patria.
Y, finalmente, Dios: Obama dice que Dios inspira los ideales de libertad, democracia y caridad que caracterizan a su país. De momento habla más de caridad que de solidaridad.
Caridad como sentimiento espiritual, no como justicia, un pensamiento virtuoso, de púlpito. Comprenderlo es fundamental para analizar su carácter y el de las gentes de su país.
Su mensaje está muy alejado del europeo, crecientemente agnóstico, menos en Polonia. Y el movimiento de creyentes que ha creado, producto de adoración popular hacia su figura, junto con su propio espiritualismo visionario, perdone usted, son bastante inquietantes.
Pues si, no deja de ser un poco extraño este amor mundial hacia Obama. En los proximos meses habra que profundizar en sus ropajes ideologicos. Hay veces que esta moderacion de maquinilla de afeitar puede cortar mas de lo deseado.
un saludo amigo
juan
Publicado por: juanre | viernes, 07 noviembre 2008 en 19:59