La limusina de Benach, el palacete de Touriño, los faraónicos edificios de Gallardón y Chaves, los 4.000 euros diarios que cuesta el pisito de Rodríguez Z, no el palacio de la Moncloa cuyo presupuesto es otro, están denunciándose demagógicamente como malversación de nuestros impuestos.
Quienes protestan alegan, además, que según Cáritas en España ya hay casi nueve millones de pobres y la penuria crece tan rápidamente que muchas familias que fueron de la clase media buscan comida entre desechos de los supermercados.
Nuestros políticos viven lujosamente, se hacen casas multimillonarias, viajan en limusinas Audi último modelo y se corrompen fácilmente. Cierto. Pero es por nuestro bien, para enriquecer el país.
Sólo desde la torva envidia española puede negarse la gran labor multiplicadora de riqueza de nuestros próceres y, naturalmente, próceras.
Observemos los millares de coches oficiales, porque hasta el último funcionario de quinta tiene uno: salieron de fábricas que emplean a muchos obreros. Cuantos más coches haya así, despedirán a menos y mantendrán los puestos de trabajo.
Crear y sostener la limusina de Benach, como la de tantos políticos de todas las administraciones, requiere trabajadores directa o indirectamente en fábricas, asfaltados, transportistas, gasolineras, talleres de alineamiento; personal que, sumado, seguramente supera las mil personas.
Multipliquemos mil personas más o menos por, pongamos solamente, 10.000 coches oficiales con funcionario dentro y tenemos diez millones de puestos de trabajo relacionados con él, mientras ya hay en paro 2,8 millones de trabajadores, y el mes que viene, tres millones.
Pronto, nuestros políticos darán de comer a casi cuatro veces más trabajadores que parados, y entonces, ¿cómo afearles sus dispendios?
Sumemos ahora millares de albañiles para sus palacios, camareros, pescadores, mariscadores, agricultores, ganaderos, carniceros, cocineros –porque comen bien, ellos y todos sus allegados--, incluso periodistas que escribimos para desmontar los ataques que les lanzan--, en fin, todos los que vivimos interrelacionados con los políticos, que quizás somos millones.
Seamos bien nacidos: ¡Gracias, filántropos!
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EL INFIERNO VASCO
"El infierno vasco", de Iñaki Arteta, se estrenará, por el momento, en cines de nueve ciudades españolas.
A partir de hoy, 7 de noviembre, viernes, podrás verla en
Madrid (Cine Paz),
Barcelona (Cine Alexandra), Bilbao (Multicines), Vitoria (Cine Florida),
Valladolid (Cine Casablanca), Albacete (Cine Candilejas), Gerona (Cine Albéniz),
Santander (Cine Los Ángeles) y Pamplona
(Olite).
Solicitamos tu
apoyo para propagar este mensaje entre tu entorno para así paliar en alguna
medida la ausencia de recursos que nos impide invertir en las acciones de
comunicación y publicidad que hoy en día necesita la promoción de una obra
audiovisual.
Esperamos que el
éxito de audiencia permita mantener la película en la cartelera y contribuya a
que podamos continuar en la misma línea de denuncia produciendo nuevas
películas.
Gracias de nuevo
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www.elinfiernovasco.com
Te olvidas del mayor "negosi" montado en España y que es el de la "inmersión lingüistica" o la obligatoriedad en Vasconia, Catalunia, Baleares y Galicia de que desde los bombeiros hasta los barrenderos, pasando por los profesores, médicos, enfermeras, farmaceúticos, comerciantes, alumnos de básica y aspirantes a empleos, tienen de escribir y hablar en la lengua de la zona.
Con ello destinan miles de millones de pesetas anuales (en Vasconia más de 30.000) para la enseñanza del idioma, colocando a los parados del partido gobernante en la enseñanza del vascuence, galego o catalá.
En mi blog teneís más amplia información al respecto en http://tellagorri.blogspot.com/2008/11/el-probe-savino-polikarpo-arana-y-sus.html
Publicado por: Tellagorri | jueves, 06 noviembre 2008 en 16:55