Querido José Luís: Gracias por tu adhesión a mi causa y a la de mi Patria. Me alegrará darte la oportunidad de inclinar respetuosamente tu cabeza ante mi bandera en la Casa Blanca cuando te invite a visitarme.
Tengo algunos asuntos que tratar contigo. Junto con un pequeño consejo final, te anticipo los fundamentales:
1.- Necesito que envíes más tropas españolas a Afganistán; aunque dentro de dos años ya no habrá soldados americanos en Irak, sino que estarán en Afganistán, espero, entretanto, el apoyo de nuestros aliados, y España deberá dárnoslo. Sabes que he prometido reforzar nuestra ofensiva en ese país, y en Pakistán, bases de Al-Qaida.
2.- Esas tropas no se retirarán ante cualquier revés. Deben combatir y no esconderse en campamentos dedicados solamente a su autoprotección.
3.- No deberías culpar a mi país de la gravísima crisis económica española. Cuando vuestra situación iba bien te atribuías el éxito. Estabas en la Liga de Campeones. Pero dependías de los capitales baratos que circulaban por el mundo gracias a nuestra desastrosa política financiera. Gozaste de ella, pero cuando enfermó le afeas que no te siga manteniendo. Debes recordar que España es uno de los países de la OCDE con peor formación académica, capacidad de innovación y productividad.
4.- Tu amigo Hugo Chávez dice públicamente que él, como indio, le “envía señales al negro”, que soy yo. Debe creer que andamos con señales de humo o de tam-tam. Esto de ser presidente negro tiene un valor grandioso en EE.UU. Pero fuera debe vérseme como el Comandante en Jefe de la nación más poderosa y con mayores intereses de todo el mundo. Que no se olvide.
Consejo personal que anunciaba al principio.- El color de los demócratas es azul, el de los republicanos, rojo. Si me aprecias, no presumas tanto de rojo, o hazte republicano.
La carta debería estar mejor encabezada con un: Admirado José Luis.
Publicado por: jemarba | miércoles, 05 noviembre 2008 en 17:25