Fue la gran noticia del domingo en El País digital: “The Washington Post asemeja a Obama con Zapatero y señala su cercanía incluso en lo personal”.
Inmediatamente numerosos medios informativos españoles, reprodujeron la halagadora noticia que igualaba a Rodríguez Z con el político mundial de moda.
Pero era una historia falsa, porque ese parecido Obama-Z estaba solamente en la columna de Jim Hoagland, uno de los 27 comentaristas habituales del periódico.
Debe saberse que la opinión del WP se expresa únicamente en editoriales sin firma. La última vez que sentenció sobre Z fue tras la huída de las tropas españolas de Irak sin pactar una retirada honorable.
Tras el editorial de Irak se desconoce qué piensa el periódico ahora sobre Zapatero. Ni siquiera lo mencionó --igual que el New York Times-- como asistente a la reunión del G20 de hace unos días en Washington.
Los suyos engañan a los ciudadanos que desconocen la estructura de diarios como el WP porque están empeñados en presentar a Z como político de talla internacional, cuando fuera se le ve como un insolvente.
Además, la columna de Hoagland, no era tan laudatoria: comparaba maliciosamente su política con el rupturismo estrambótico de Almodóvar.
Aún así era más amable que otra de su compañero Roger Cohen, también columnista del New York Times, que visitó a Z en Moncloa el pasado octubre. Los zapateristas esperaban un retrato amable, pero Cohen lo presentó feamente describiéndolo en ese diario y en el International Herald Tribune como un relativista del que nadie, ni siquiera Obama, debe fiarse.
Hoagland vio a Zapatero durante su estancia en Washington para asistir como invitado de Sarkozy a la reunión del G-20 convocada por el presidente estadounidense.
Y escribe que cuando Bush le dio la mano en la Casa Blanca “lo legitimó como líder mundial”. Una maldad para recordar que Z mendigó este momento durante casi cinco años.
Interesante, interesante
Publicado por: Cadme | martes, 25 noviembre 2008 en 17:23