Escuchad al Oráculo, que ha analizado las vísceras del volátil mercado:
Cuando concluya la crisis unas pocas empresas serán propietarias de sus competidoras, como el Barklays Bank de Lehman Brothers.
Luego, habrá solamente una multinacional gobernada por el Gran Consejo de Administración controlador del mundo.
Vamos hacia el socio-capitalismo, términos que sometidos a contracción producen el socio-alismo o socialismo gobernante del superestado mundial.
Las grandes corporaciones se habrán fundido en el Politburó. Tendrá sede en Pekín, capital del modo de capitalización asiático, diría Marx, donde compran discretamente grandes financieras de Nueva York.
Se cumplirán así los anuncios de los magnos oráculos anteriores, Stalin, Mao y Gaspar Llamazares, que predecían que los banqueros robarían nuestro trabajo y dinero, lo que traería el socialismo: nosotros pagamos las pérdidas pero el Politburó, ayudado por nuestros gobiernos, se hará nuestro dueño.
Y es que si socialismo es capitalismo de Estado para beneficio del Partido, el capitalismo es el socio-alismo internacional para beneficio comunista del Soviet de los Accionistas.
Véase España: hace cuatro décadas había decenas de compañías eléctricas. Hoy quedan tres grandes. Pronto serán dos y las engullirá el Soviet Central, propietario de todas las industrias y servicios del mundo.
Luego, la multinacional única nos venderá la leche infantil más venenosa, el agua contaminada, los vegetales cancerígenos, la pesca mercurial y ordenará los nacimientos, los abortos y las muertes.
En la Ciudad Prohibida residirá el Politburó formado por camaradas a los que les entonaremos canciones, les enviaremos flores, poemas, jamones de pata negra y les daremos las gracias por darnos trabajo como trescientoseuristas.
Camaradas: llegarán los ansiados buenos tiempos del socialismo capitalista, la fusión de los viejos Moscú y Nueva York que da como resultado Pekín, nueva residencia de Wall Street.
Recordad: el Oráculo ha hablado.
ABSOLUTAMENTE GENIAL. MAGISTRALMENTE CIERTO Y PERTURBADOR. Yo coincido con esta su visión y con la que hizo Gaspar Payá. Conserve esta entrada y puede que la comprobemos en 20 años. ¿O menos? Da miedo tener hijos.
El capitalismo salvaje conduce a la concentración del capital. El grande se come al pequeño. Y el capitalismo estatal, aún hacia una mayor concentración corrupta del capital. Y si la población no piensa ni opina, no tiene ocio ni casi familia, sólo trabajan como bueyes y obedecen al Estado ciegamente como en China, pues tenemos su descripción del mundo futuro.
Esi sí, señor Molares, como siga usted predeciendo puede acabar mas loco que la que suscribe. El consuelo es que sólo los cuerdos saben que están locos. ENHORABUENA POR LA ENTRADA.
Publicado por: Nora | viernes, 17 octubre 2008 en 19:18