Arcadi Espada consiguió leer la biografía de Pasqual Maragall antes de que la destruyeran por exigencia de su familia, quizás porque divulga lo que pensaba el padre del exdirigente socialista catalán de la llegada de Franco a Barcelona.
Espada sintetizó el texto de los 10.000 ejemplares que se guillotinaron para evitar una querella contra la editorial B y las autoras, Esther Tusquets y Mercedes Vilanova.
El libro sobre el que fue alcalde de Barcelona y presidente socialista de la Generalidad, permite ver que Franco, acusado ahora de crímenes contra la humanidad por Baltasar Garzón, había sido bien recibido por personas que se sentían víctimas del otro lado.
Es políticamente incorrecto que alguien de una familia nominalmente tan de izquierdas recuerde que igual que en la zona franquista los fanáticos mataban a quienes creían que no eran sus simpatizantes, en la republicana ocurría igual.
Jordi Maragall, el padre –Pasqual nació en 1941--, vivió la Barcelona que sufría varias guerras civiles simultáneas, una contra Franco, y otras de los propios republicanos: entre diferentes marxismos, nacionalismos o anarquismos, entre unos y otros y, casi todos, contra burgueses como los Maragall.
Escribía un diario, parcialmente reproducido en el libro, narrando sus sufrimientos, temores, amenazas, registros y cercanas ejecuciones, como la de su amigo el doctor Degollada, “asesinado por los rojos”.
Avecinándose el triunfo de Franco cuenta que “son ya los días de las caras alegres y de las noches cerca de la radio”, y así hasta que “vino la liberación de Barcelona”.
La lección de Jordi Maragall y de tantos supervivientes es que tanto en zona facciosa como en el área de legitimidad republicana dominaban los fanatismos asesinos: es injusto mirar sólo al lado franquista, aunque tuviera más tiempo para seguir matando. De ganar los otros, hubieran hecho igual.
Bona nit,
Sí, aquest és el gran forat negre del bàndol republicà: el sectarisme assassí. Tenien la legitimitat moral i democràtica en principi, però per la seva feblesa van caure a mans dels fanàtics: comunistes stalinistes, anarquistes de la FAI i trotskistes.
La gent, com és natural, es va cansar dels sectaris assassins. I esperava que Franco seria una solució, o, si més no, el mal menor. Però amb Franco tot va ser més del mateix. Fins i tot, corregit i augmentat.
Cal fer memòria de TOT.
Salutacions
Publicado por: Francesc | martes, 28 octubre 2008 en 20:03