Los racismos han sido los principales impulsores de la violencia en la historia de la humanidad y los enfrentamientos que se dan en Bolivia estos días tienen origen étnico además de económico.
Quien conozca Suramérica sabe que el racismo es un elemento principal en la vida cotidiana. Debe decirse, aunque escandalice: cuanto más “güero” y menos “indio” y “cholo” se sea, más fácilmente se triunfa en toda Latinoamérica. El ejército argentino exterminó prácticamente a todos sus nativos, más que el de EE.UU., algo de lo que evita hablarse y que no hábían hecho los conquistadores.
Para entender la crisis boliviana, con regiones de mayoría indígena rebelándose contra el poder central también indígena debe recordarse que los aymara y quechuas del altiplano, que se autotitulan incas, gobiernan el país desde un enfoque étnico que no comparten los guaraníes, de áreas bajas y cultura nativa diferente.
Cuando Evo Morales impuso su visión aymara al resto del país, los guaraníes y los mestizos, que forman la tercera parte del la población, que habitan las tierras bajas y no necesitan mascar coca, protestaron contra esa situación en la que se gobernaba desde un etnicismo seudosocialista protegido, además, por Hugo Chávez.
Existe la posibilidad de que Bolivia se rompa en dos grandes partes: la del altiplano de Morales, pobre, de cultura cocalera y con el setenta por ciento de la población, y la rica en petróleo y gas de la zona “camba” o guaraní y mestiza.
Si existiera esa ruptura las beneficiarias serían las grandes corporaciones, incluidas las españolas, porque el indigenismo del altiplano, conocido como “colla”, propugna usos de raíces precolombinas y premodernas, mientras que los pueblos de los llanos en el oriente del país, los “camba”, son más cosmopolitas y abiertos a la modernidad.
La historia enseña que cuando se impone el nacionalismo étnico, siempre habrá etnias segregadas que se rebelan.
Buen post. La historia enseña también que a los ricos nunca les gusta compartir su dinero o recursos con los pobres. Croacia y Eslovenia eran mucho mas ricas que Serbia. En el tema de Georgia sabemos que están detrás el petróleo y el gas. Igual que en Bolivia. Los intereses económicos están casi siempre detrás de estas guerras de independencias. En España también ocurre igual. Y en Italia lo mismo: norte rico frente a sur pobre. Lo que ocurre es que, a veces, en las guerras nacionalistas, la codicia y el negocio gustan de disfrazarse de victimismo o de racismo.
Publicado por: Nora | miércoles, 17 septiembre 2008 en 18:13