A Sarah Palin, 44, tuvieron que pasársele por la cabeza las palabras eugenesia y aborto cuando a finales de 2007 supo que iba a tener un hijo con síndrome de Down.
Y el pasado marzo, con toda la información a su disposición, anunció su decisión de tener a Trig “como una bendición de Dios”.
La gobernadora de Alaska y ahora candidata republicana a la vicepresidencia estadounidense, con cuatro hijos, había quedado nuevamente embarazada con 43 años, una edad de riesgo.
Frances Galton, primo de Charles Darwin, creó en 1883 el término “eugenesia”, una filosofía social que defiende la mejora de los rasgos hereditarios mediante varias formas de intervención.
Razonaba que si la evolución mejora a las especies y crea una racional, los racionales pueden mejorar la evolución.
Al aceptarse científicamente que había seres más o menos evolucionados, se unieron romanticismo y nacionalismo y surgieron el Superhombre de Nietzsche o Sabino Arana, precursores, aunque no únicos, de Hitler.
El fundador del nazismo propugnaba perfeccionar los arios cruzando sus mejores ejemplares, el dominio de los pueblos inferiores, y el exterminio de judíos y gitanos.
La eugenesia nazi desacreditó durante muchos años la idea de un perfeccionamiento científico de la especia humana, pero no evitó que, sin usar la palabra maldita, fueran produciéndose avances científicos eugenésicos.
Porque en realidad practicamos la eugenesia cada día, pero no nos atrevemos a reconocerlo. Los test e intervenciones prenatales son una forma de eugenesia, y están legal y en ocasiones religiosamente tan aceptados que permiten abortar nonatos como Trig.
Sarah Palin no quiso practicar la eugenesia estando embarazada, algo que escandaliza a muchos supuestos progresistas que exigen ya igual perfección que Hitler y que ven la involución, aunque ocultándolo, en personas con síndrome de Down.
A ver, si uno cree que el aborto está mal es justo criticarlo incluso si se usa por razones eugenésicas. Por otra parte, si está bien, el hecho de usarlo para evitar el nacimiento de niños con malformaciones no me parece peor que para otros fines (como evitar embarazos en adolescentes). Yo no creo, por comparar, que un embarazo adolescente sea peor que un embarazo con síndorme de Dawn.
Que el aborto se utilice para la eugenesia no añade nada de malo al aborto. Usted y yo sabemos esto; entonces ¿porque no escribir un post sobre el aborto sin citar a Hitler? Yo soy pro-aborto, pero me consta que hay argumentos en contra, sin caer en la demagogia.
Publicado por: Kantor | lunes, 08 septiembre 2008 en 19:52