Coincidiendo con la Diada del 11 de septiembre, historiadores catalanes, gallegos y vascos, militantes nacionalistas de Galeuscat, han protestado contra los “intentos unificadores de la historia” del poder central y exigieron una visión del pasado más autonomista.
El problema es la verdadera historia española, tan centralista: Roma unifico la península y le llamó Hispania. En el Medioevo, catalanes, gallegos y vascos se apareaban con hermosas castellanas mientras hacían la Reconquista y fabricaban castellanitos.
Casados Isabel, reina castellana, y Fernando, rey de Aragón, que incluía Cataluña y lo que el expansionismo barcelonés llama “països canatalans”, la península se unificó nuevamente, remedando a los romanos.
Un hecho deplorable para los nacionalismos: casi todos los herederos de los principales linajes, tras múltiples cruces, terminaron en Cayetana Alba, los Medinasidonia y, por encima de todos, los Borbón.
Que conste: los Reyes pudieron haber sido otros si los austriacos hubieran ganado la Guerra de Sucesión de principios del XVIII.
Porque dos ramas familiares de la monarquía española, los Augsburgo y los Borbón, combatieron en guerra civil. Los nobles catalanes apoyaron erróneamente a los perdedores, los austriacos. Quizás por eso Barcelona no es capital de España.
En aquella guerra de Sucesión, el héroe de la Diada del 11 de septiembre de 1714 que se conmemora cada año, Rafael Casanova, no murió luchando por la soberanía catalana como cuentan con gran imaginación los nacionalistas.
Está perfectamente documentado que se hizo el muerto, se escondió y, amnistiado por Felipe V, ejerció la abogacía con aprovechamiento económico hasta su muerte, en 1743.
Para colmo, Telefónica tiene a 208 clientes madrileños Casanova y sólo 193 barceloneses: parece que han emigrado también.
Pero a los nacionalistas periféricos les molesta reconocer que su aristocracia, que es la base de su tradición e historia hasta casi el Siglo XX, vive en Madrid y sigue siendo dueña de sus mejores castillos y vestigios. Para ellos, una realidad humillante que siempre negarán.
Mentiroso, falsario, y TRAIDOR!
Publicado por: A Corunha | viernes, 12 septiembre 2008 en 19:30