Hasta en sus visitas oficiales José Luís Rodríguez Z trata de halagar a sus anfitriones exponiéndoles lo que desean oír, aunque sean desatinos.
Así, quien se define como laico y feminista asistió en Turquía a la ruptura del ayuno diurno,cena musulmana del principio del ramadán y, entre mujeres veladas, proclamó que “igual que se reconoció el antisemitismo como crimen contra la humanidad la islamofobia debe reconocerse como un crimen contra la humanidad".
¿Qué islamofobia, si el islam goza de libertad de predicación, culto y proselitismo en Occidente y nadie persigue a los musulmanes por serlo y nadie evoca las masacres que se cometen en nombre de Alá?
El antisemitismo, mientras, se difunde en numerosos países islámicos y puede concluir en algún Holocausto como el de seis millones de judíos bajo los nazis.
El islam se extendió por el mundo con guerras, y la islamofobia no es respuesta a esa violencia sino el rechazo exclusivamente intelectual a los principios de una fe que exige sumisión absoluta a Alá y obedecer normas árabes del siglo VII frecuentemente brutales.
Rodríguez Z no exigió ante su anfitrión, líder del islamismo gobernante y primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, que los países musulmanes abandonen sus violentas fobias a lo laico, laicifobia, a lo cristiano, cristianofobia y su antisemitismo, que generan sangrientas persecuciones y genocidios.
Tampoco se solidarizó en esa Turquía, teóricamente con libertad religiosa, con los 150.000 cristianos y judíos, algunos españoles, que sufren el creciente acoso de islamistas fanáticos.
No: Rodríguez Z, defendió el islam en tierras regidas por islamistas, olvidando a los perseguidos en ellas.
Reclamando castigar nuestras libertades de conciencia, ideológica e informativa como “crímen contra la humanidad”, Z recuerda a un “dhimmi”, el cristiano o judío en tierras musulmanas que para vivir paga tributo religioso y obedece a humillantes normas sociales para los herejes: esa es la famosa “tolerancia” de Al-Andalus de la que tanto hablan los filoislámicos.
Debo decirle que leí los periódicos de Barcelona con alusiones a esa cena pero hacían referencia a la admiración de Zapatero y de los españoles a la cultura musulmana y a Alandalus pero no encontré esa alusión a la islamofobia que a mí me provoca escalofríos y más al saber que no aludió a los perseguidos en los páíses islámicos. Dice que es feminista pero sería para temerle si nosotras fuéramos mahometanas.
Publicado por: Anna Castelló | viernes, 19 septiembre 2008 en 22:21