Joseba Azkárraga, consejero de Justicia del Gobierno vasco, rechaza indignado la opinión mayoritaria de los españoles, irritados por la puesta en libertad del asesino en serie José Ignacio de Juana Chaos, que sólo pagó con 19 años de cárcel sus 25 asesinatos, y que vivirá en San Sebastián entre familiares de sus víctimas.
“Quienes protestan no quieren justicia, porque De Juana ya ha pagado sus crímenes. Quieren venganza”, expectora Azkárraga crispado por la ira, ignorante de la diferencia entre justicia y venganza.
Primero, debería recordar que las víctimas acatan serenamente las sentencias de una justicia injusta que redime a un asesino cobrándole nueve meses por cada asesinato.
Y tienen derecho a lamentarse del Código Penal de 1973 aplicado a De Juana, elaborado por un tardofranquismo que quería aparecer como benevolente.
Además, teniendo un sistema policial tan poderoso, el régimen no imaginó que más adelante pudieran surgir en España multiasesinos como este etarra.
Justicia paternalista y seudohumanitaria contra la que la gente protesta resignada. Pero protestar no es vengarse. Venganza sería, por ejemplo, que los perjudicados mataran a De Juana, y después a 24 etarras más para igualar muertos.
Venganza sería que los centenares de familias destruidas por ETA organizaran un GAL que eliminara eficaz y sistemáticamente a los terroristas, como hicieron los israelíes exterminando uno a uno a los palestinos que mataron a 11 de sus atletas en Munich, en 1972.
Aún así, ni siquiera esa respuesta implacable sería una venganza total, sino la aplicación de la vieja justicia mosaica del ojo por ojo, diente por diente.
La gran venganza sería matar a los allegados de los asesinos, padres e hijos, durante varias generaciones.
Pero los familiares de las víctimas de ETA no son vengativos: sólo se quejan acatando sumisamente una justicia injusta.
Solo un dato.
El código del 73 se aplicaba a delincuentes comunes.
Para asesinos en general y terroristas en particular se utilizaba la jurisdiccion militar incluyendo la pena de muerte.
Ya está bien de colgarle a Franco todos los dislates de los siniestros gobiernos del sr.X y los maricomplejines de Aznar.
De zETAp no digo nada. Me parece la misma basura que los partidos que se dedica a legalizar.
Publicado por: Tintin | domingo, 03 agosto 2008 en 22:02