Seguramente vio usted por televisión hace unos días un juicio en la Audiencia Nacional con dos mujeres y un chico con aspecto de macarra navajero, atracador de ancianos en cualquier esquina para comprar farlopa.
Los terroristas jóvenes que va deteniendo la policía parecen cada vez más marginales, gente socialmente descolgada, como este Manu Zubiaga.
Algunos presentan la boca negra y desdentada, toxicómana, como se les ve cuando se reúnen en los juicios, agitados y nerviosos, con síndrome de abstinencia, necesitando unos tiritos de droga para recordar los tiros con bala con los que mataron gente.
Estos tres estaban acusados de haber atentado contra un alto responsable policial. Se negaron a testificar, aunque antes expresaron su admiración por el asesino en serie De Juana Chaos.
Quien haya visto las imágenes sin saber por qué los juzgaban no podría imaginarse que estos macarras marginales digan que representan al sano pueblo vasco, que son sus héroes. Y que haya vascos que los crean y apoyen.
Hasta los peores matones mafiosos de Catania o de la Camorra tienen más prestancia, cultivan más un aspecto respetable.
Los pequeños pistoleros sicilianos, los que matan por la Via Mura de San Vito, en Palermo, poseen cierta arrogancia temible, pero estos etarras parecen sacados de una película de Torrente, con ese aspecto deplorable de sus asesinos enloquecidos por el mono.
Hace bastantes años sus predecesores presentaban otra imagen, una cierta credibilidad criminal.
Todo ha cambiado: no es lo mismo el ceremonioso doctor Hannibal Lecter que tipos histéricos, como estos, que cocean los cristales de su celda judicial apuntando al juez con el índice “¡Pum, pum!“ como si dispararan su pistola.
Estos etarras macarras, además de pasar muchos años en la cárcel, necesitan tratamientos de desintoxicación física, mental e incluso estética.
Tengo 48 años y desde hace mucho tiempo analizo las caras de los terroristas, por lo que debo decir que tiene Vd. muchísima razón, puesto que van perdiendo rasgos de personas educadas y teniendo los de macarras, como dice Vd.
Publicado por: Observadora | sábado, 02 agosto 2008 en 21:47