Cuando Teresa Fernández de la Vega visita otros países, como estos días, lo hace con la bondad de una hermana superiora en viaje de misión y el aura de caridad monjil de la España imperial.
En esas giras pastorales los dones son siempre distribuidos por la creciente hermandad zapateril de mujeres, que son como una congregación.
Desde abril de 2004, José Luís Rodríguez Z hace lo contrario que Aznar, que buscaba compañía de ricos, brutos y guerreros, dirigentes de Marte de los que huye el actual primer ministro, entregado a Venus con un dulce complejo que deberían estudiar los especialistas.
Lo que hace Z es enviar a su Teresa, ataviada con variados hábitos de alto tipismo costurero, a visitar a los débiles, a los menos poderosos, a los desfavorecidos, como siguiendo la vocación misionera de Santa Teresa de Jesús, fundadora de la Orden Carmelita.
Obsérvese que Z y De la Vega, se centran en países africanos y latinoamericanos permanentemente quejosos: así se sienten maternalmente superiores, es decir, como madres superioras.
Viajan a Níger o Bolivia, a países latinos o africanos con numerosas ayudas que entregan como las primeras damas que visitan orfelinatos.
Cuando la economía parecía ir bien, en 2005, Z le entregaba a Kofi Annan 700 millones de dólares “contra la pobreza”; aunque realmente eran para que apoyara su parece que olvidada Alianza de Civilizaciones.
Pero, ahora, cuando los contribuyentes pierden su trabajo y necesitan retribuciones por sus impuestos, el gobierno Z sigue regalando fondos a la ONU para fiestas, la armonía universal, millones para las maras salvadoreñas, millones para las viudas de Haití, o mil bondades más, siempre para los pobres, como si el dinero de esas caridades fuera suyo y no nuestro.
Sí, España, vuelve a ser madre misionera, espíritu político feminizado, primera dama en orfanato que, aparentemente laica, revive misticismos de monjas carmelitas.
Con el dinero de otros siempre es fácil ser solidario..¿será así de solidaria con su sueldo y bienes?
Publicado por: ciudadano | martes, 12 agosto 2008 en 16:48