Catalán, gallego y vasco no se estudiaban durante el franquismo, pero se hablaban, aparecían en libros y periódicos, y se censuraban sólo si atacaban al régimen o a la moral de entonces: como ocurría con el castellano,
Decir lo contrario es mentir. Los grandes escritores, como el catalán Plá, o el gallego Cunqueiro utilizaban constantemente ambos idiomas: eran afines al régimen. En vasco, que carecía de literatura, publicaban panfletos religiosos y coplillas.
Ahora, maestros --ya no pueden llamarse nacionales--, catedráticos y prácticamente todos los funcionarios regionales tienen que hablar las leguas autonómicas si quieren trabajar en comunidades con idiomas reconocidos distintos del castellano.
Intelectuales, científicos y profesionales de toda España y Latinoamérica que han hecho recientemente un manifiesto a favor del bilingüismo están recibiendo una dura contestación, en un elaborado por algunas personalidades de esas zonas.
Quienes defienden la libertad de uso de la lengua común sólo alertan sobre su exclusión de todas las actividades oficiales o públicas en varias comunidades en las que la población es perfectamente bilingüe, pero que ahora tratan de llevar al monolingüismo.
El contramanifiesto de los nacionalistas autonómicos, al contrario, acusa a los autores del primer manifiesto de “atacar” al derecho a vivir en idiomas no castellanos, cuando la demanda que plantean es solamente de libertad para usar ambos idiomas.
Además, los nativos de las autonomías en las que proscriben el castellano para la actividad pública, pueden estudiar y trabajar sin restricciones en la España castellanohablante, como hacen muchos hijos de los nacionalistas más excluyentes.
Resultado: las personalidades más brillantes de los 500 millones de los españolhablantes no pueden obtener puestos públicos entre los seis millones de catalanes, 2,8 gallegos y 2,1 vascos, que son quienes se empobrecen, aunque los hijos de sus élites políticas siempre tendrán salida.
cuando a mi madre en la escuela le decían que a sus hijos no les hablase en gallego estaba mintiendo mi madre o la profesora que así habla a sus alumnos?
Cuando avilés de taramancos se presentó con sus libro para preguntar porque NO lo podía publicar y le respondieron: por estar escrito en una lengua muerta. Quien miente?
El galego, catalá y euskera fueron perseguidos durante el franquismo. Y no estaba permitido su uso público. Faltaría más que a hombres y mujere analfabetas se les impidiese hablarlo. No sabían castellano muchos de ellos!
Publicado por: Nemigo | viernes, 15 agosto 2008 en 19:12