En España hay dos clases de accidentes en los que no importa su origen: los que se producen bajo gobiernos del PP y los que ocurren bajo los del PSOE.
En cualquier país del mundo nadie busca partidos políticos culpables de las grandes catástrofes antes de concluir una investigación técnica. En España todo desastre está politizado para encontrar como responsable a la derecha, pero a la nacional, nunca a la nacionalista.
Cuando gobierna el PSOE los desastres, aunque hubieran sido evitables, tendrán siempre una justificación técnica, un causante ajeno al poder o incluso serán una herencia del PP porque gobernaba hace cuatro años y medio.
Es lo que está ocurriendo con el caso de Spanair, a pesar de las posibles negligencias en la inspección de aviones de Aviación Civil, dependiente de Fomento.
Cuando gobierna el PP, la culpa será siempre suya, como ocurrió con el Prestige, en 2002, desgracia que la izquierda reconoce ahora que tampoco sabe cómo resolvería.
En aquella ocasión no falleció ni una sola persona, pero tuvo más valor alguna gaviota envuelta en chapapote que cualquiera de los 11 trabajadores de un retén de bomberos muertos en julio de 2005 por incompetencia de las autoridades en el incendio forestal de Guadalajara: es que en este caso los gobiernos, autonómico y nacional eran del PSOE.
Y esto ocurre no porque el PP no quiera usar las desgracias para erosionar a los socialistas, sino porque hay un reflejo automático en la sociedad y en la prensa que las lleva a culpar a la derecha de toda adversidad, mientras que la misma derecha teme ser, efectivamente, culpable.
Porque siendo mayoritariamente católica, la derecha se sabe pecadora de malos deseos, y de egoísmos que debe pagar soportando acusaciones y en actos de contricción pública.
El nacionalsocialismo de perfil bajo que se va extendiendo por España (con Cataluña a la cabeza) comparte con el de la Alemania de los años 30 su excelente manejo de los resortes de la propaganda y el agit-prop.
Por otra parte, el que todas las televisiones de ámbito nacional sean en mayor o menor grado de izquierdas explica este doble rasero.
Publicado por: Irómeno | martes, 26 agosto 2008 en 19:43