La venezolana Dayana Mendoza, recién elegida Miss Universo, deberá anunciar como sus antecesoras los deseos de todas las misses del planeta que sintetiza magníficamente Kirsten Haglund, Miss America 2008: “la paz mundial, la lucha contra el hambre y el cambio climático, y la comprensión entre los pueblos y las religiones”.
Miss Universo es una copia del verdadero concurso de misses, Miss America, ejemplo desde 1922 de la lucha de muchas mujeres, no siempre feministas, por un mundo mejor, más justo y solidario.
Kirsten Haglund, Miss Michigan, 19 años, de Farmington Hills, un lugar parecido a León, le ganó a la finalista, Dana Elaine Daunisla, 22 años, Miss Connecticut, de Watertown, algo así como Pontevedra: como en la política española, triunfa la miss joven.
Porque, además, Kirsten recalcó su compromiso de crear un pacto o alianza de civilizaciones y prometió nuevas ideas para salvar al mundo del hambre y de la guerra: como el programa de José Luís Rodriguez Z.
Hace dos meses que Miss America se conmovió al saber que cerca de Florida se habían ahogado varios náufragos que huían de Cuba. Y prometió lanzar “una gran movilización mundial para vencer a la miseria”.
No puede ser casualidad que la semana pasada Rodríguez Z, consternado por la muerte de varios inmigrantes que viajaban en pateras hacia el sur de España, dijera, palabra por palabra, lo mismo que Kirsten.
Es conmovedor que figuras internacionales tan importantes compartan angustias y ambiciones. A veces, y para criticar a Z, dicen que sus deseos son como los de las misess, cuando eso es lo loable.
Porque el programa exterior del primer ministro español es únicamente el de las misses, lo que indica que se inspira en ellas, que empezaron antes.
Y, realmente, son ellas quienes deberían gobernarnos: siempre es mejor el original que la copia.
De verdad que usted hace análisis muy atinados y además muy divertidos. Miss America a La Moncloa. Me apunto.
Publicado por: Antonio Centeno | miércoles, 16 julio 2008 en 22:23