Quienes sufrieron la censura informativa e ideológica del franquismo, que anhelaban gozar de libertades, podrán comprobar próximamente que el pensamiento del dictador, muerto hace 33 años, comienza a seguirse en las democracias europeas.
Porque quien propone ahora el control sobre la divulgación del pensamiento autónomo en los nuevos medios de comunicación, especialmente en Internet, es el Parlamento Europeo, la gran asamblea de las libertades con la que soñaban los españoles durante el franquismo.
La iniciativa censora es del Grupo Socialista, con una ponencia de la letona Marianne Mikko, que parece añorar el comunismo que oprimió a su pequeño país cuando era satélite de la URSS.
Aunque se le ha unido el Grupo Popular, lo que indica que izquierdas y derechas le roban las libertades a los ciudadanos en cuanto pueden.
En una exposición de una treintena de puntos y 14 recomendaciones, Mikko presenta uno para justificar el control o la censura de las ideas, que se justifica en “los casos en los que la libertad de expresión entra en conflicto con el respeto de creencias religiosas o de otro tipo”.
Obviamente usted puede ridiculizar el pensamiento cristiano, origen de Europa. Porque está de moda atacar todo lo cristiano, y en España hasta se hacen exposiciones pagadas con dinero público en las que sus principales figuras practican bestialismo.
También podrá ridiculizar usted a los extraterrestres de la religión de Tom Cruise, o los ritos de los neodruidas de Stonehenge.
Pero no califique el Islam como religión medieval, ni considere ridículo que la mujer valga la mitad que el hombre.
El Parlamento Europeo pretende establecer el delito de la “incitación al odio religioso” sólo cuando se critica al Islam, y hasta ve lógico que los infieles provocadores sufran el terrorismo y la yihad.
Parece mentira que una persona de su caché periodistico, con una dilatada experiencia internacional, posiblemente dibujada en algunas cicatrices de guerra, diga las cosas que dice. No se si las piensa antes de escribirlas. Se complica mucho la vida y ofusca la opinión de la gente con algo que es muy sencillo:
Si yo ridiculizo a la religión cristiana con una viñetas en las que ponga a Jesucristo montándose una orgía, como mucho provocaré la indignación de amplios sectores de la sociedad y a lo mejor me gano la excomunión. Si en vez de a Jesucristo dibujo a Mahoma, quizá provoque una explosión con gas VX en plena estación de metro de la Puerta del Sol. Pero claro, según Vd... leña al moro.
Si expongo un artículo calificando a la mujer como inferior al hombre o si permito carteles publicitarios con tres tíos cachas forzando a una mujer (con todos los tópicos machistas) y en actitud sumisa (como supongo sabrá, ha ocurrido no hace mucho), lo que estaré haciendo es justificar y dar credibilidad al maltrato y, en no pocas ocasiones, asesinato de mujeres a manos de hombres. Porque esto último, y véalo como a Vd le de la gana, es lo que ha propiciado que se generen leyes de discriminación positiva en los que, a veces, el hombre sale bastante más perjudicado que la mujer... pero es que nos lo hemos ganado a pulso.
Publicado por: PACOP | martes, 15 julio 2008 en 10:46