Que la gran noticia sobre el encuentro en Japón del G8, el antiguo G7 más Rusia, sea que los mandatarios se despidieron con una cena de 19 platos muestra nuevamente la sensiblería a la que hemos llegado los periodistas guiados por la ignorancia y/o la corrección política.
Los informadores le afean al G8 que habiendo tanta hambre en el mundo, especialmente en África, se hubieran dado un banquete de despedida.
Denuncian la cena y, simultáneamente, hablan de hambrientos. Usan la vieja técnica periodística del contraste para provocar emociones. Proclamas buenistas, de oenegés, para encubrir la verdadera raíz del hambre.
¡Qué escándalo, 19 platos! Pues en el Extremo Oriente son como19 pinchos de una buena barra española, o un menú de Ferrán Adriá: se ve que los dirigentes del G8 deberían haberse mortificado con unas gachas.
Esa antítesis demagógica entre poderosos con rica cena y pobres hambrientos oculta que los culpables de la pobreza, son, masivamente, los corruptos mandatarios africanos que roban toda ayuda y asesinan a quien proteste.
África es un cenagal de Darfures, de matones tribales, de Mugabes, de Teodoros Obiang. Pero decirlo así suena a racista y los periodistas tratan de evitar que los acusen de serlo.
En realidad, ¿qué hacer en África? ¿Explotarla como Pekín enviándole temporalmente trabajadores chinos, reventándolos con jornadas de doce horas diarias? ¿Dar golpes de estado para imponer africanos fiables? ¿Recolonizarla bajo supervisión internacional?: la prehistoria era ayer y el salto al hoy requiere acelerar la evolución.
Cierto, las naciones ricas no facilitan las exportaciones de las pobres, pero, aunque lo hicieran, la gente seguiría vampirizada por patronos, nativos o extranjeros.
Eso es lo que los periodistas esconden. Transmiten emociones primarias porque, o nunca residieron en esos mundos, o van a ellos engañados por mafias filantrópicas como turistas solidarios, casi siempre neocolonialistas.
Es la demagogia de siempre. Declaraciones de amor y fe para las cámaras, e insensibilidad para adentro.
Hasta pronto.
Publicado por: Edy | sábado, 12 julio 2008 en 18:20