Al transexual Thomas Beatie lo presentan en los medios informativos como el hombre que ha dado a luz a una niña, pero él-ella nunca dejó de ser una mujer fértil a la que solamente le extirparon las glándulas mamarias y la hormonaron para que le saliera barba.
Las mujeres bigotudas no son hombres. En España hay muchas bigotudas. Las mujeres barbudas de los circos tampoco son hombres En El Prado hay un lienzo (ca.1631) de Ribera con mujer barbuda dándole el pecho a su bebé.
Lo que está logrando Thomas es hacerse muy rica presentándose de hombre barbudo que ha dado a luz.
Es una avispada lesbiana que hace de hombre en la relación con su pareja, y que ni siquiera se extirpó el útero para construirse un miembro masculino, como hacen otras mujeres más hombrunas, pero que aún con esas intervenciones nunca serán machos genéticos.
Porque masculinidad o feminidad están marcados por los cromosomas: los hombres los tienen XY y las mujeres XX, aunque puedan darse anomalías, como el síndrome Turner, el Klinefelter o numerosas variaciones más..
Por tanto, el sexo no se cambia quirúrgica ni químicamente. Pero sí el género en los documentos de identidad, que es de lo que se trata.
De ahí que las feministas más radicales rechacen que se hable de sexo, que establece la para ellas la odiosa relación carnal entre hombre y mujer. ¡Pecado, pecado!, dice esa piadosa religión frecuentemente lésbica que reinventa el sexto mandamiento. Para ellas sólo existe el género, intercambiable con simple voluntad o con cirugía y endocrinología.
Thomas Beatie es otra transexual parcial de las muchas que ya hay, aunque más lista porque vende al cotilleo circense sus fotos de madre barbuda, que son el lienzo de Ribera actualizado.
No tiene nada de malo lo que hace ese chico y no me hace gracia lo que escribe usted porque si se siente hombre lo es y no tiene que obedecer la genética. Yo naci niño y me estoy haciendo chica y no me voy a quitar el colgajo que tambien es util.
Publicado por: ShaSha | domingo, 27 julio 2008 en 21:19