Una señora que no ha dado motivo alguno para aparecer en los medios informativos está sufriendo una cacería implacable lanzada por reporteros del corazón que la hostigan día tras día las 24 horas.
Ha tenido que solicitarle amparo a la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) para que le pida a los sitiadores que respeten su intimidad.
La víctima se llama Telma Ortiz. Alguna de esas fieras depredadoras piensa que tiene derecho de caza “como colega” porque su hermana fue periodista, se llama Letizia Ortiz y es Princesa de Asturias.
Y no. La inmensa mayoría de los informadores serios, como fue Letizia Ortiz, ni son colegas ni tiene nada que ver con estos hervideros de vampiros que viven chupando sangre para audiencias no menos monstruosas: millones de ciudadanos que gozan chapoteando en todas las miserias.
Es cierto que hay quienes venden su intimidad para goce de los depredadores. Y que esta inmundicia enriquece a importantes empresarios, a respetados consejos de administración, a dueños de publicaciones y televisiones.
Pero hay quien no ha hecho nada para obtener notoriedad, como en este caso, cuya vida e intimidad son violentamente asaltadas.
Las hienas carroñeras están logrando que haya periodistas que se avergüencen tanto del uso que se hace de su oficio que niegan pertenecer a él y prefieren aparecer como los pianistas de prostíbulo del viejo chiste.
Ser periodista debería ser un honor. Pero mucha gente seria y hasta de aparente buen criterio cree ya que su misión es revolcarse en los lodazales porcinos.
De nuevo, no. Aún hay clases. Debe ejercerse el clasismo, incluso el elitismo. Para evitar la deshonra de que se llamen periodistas también estas jaurías carroñeras cuyas regurgitaciones provocan aversión y tragedias, no sólo la de Lady Di.
Te equivocas de cabo a rabo.
Ni LetiCia fué nunca una periodista "seria", ni su hermana ha permanecido ajena a ese circo.
La hermanita ha contado con escolta pagada con el dinerito de todos los españoles cuando se le antojaba irse a comprar trapitos o a darse una vuelta por ahí.
¿Quién se ha creído que es?
¿Y eso de querer mangonear a la juez para que decrete medidas preventivas contra supuestos delitos futuros (habrá visto "Minority Report") ?
¿Pueden disponer de toda clase de privilegios y prebendas cuando aún se los merecen menos que los reyes?
Simplemente tienen el síndrome de los nuevos ricos, de los del pelotazo, de los que tienen un montón de cosas que nunca han merecido ni se han ganado porque nunca han dado un palo al agua, ni más ni menos.
Publicado por: Tamerlán | domingo, 20 abril 2008 en 14:00