Quien siga atentamente los medios informativos y no sea escéptico podría creer que se acerca el fin del mundo, el Apocalipsis de Al Gore, aún sin sufrir una guerra como la civil o las mundiales.
Y mientras nos angustiamos con esos futuribles tan dudosos, no nos fijamos en los desastres cotidianos, que si nos afectan constantemente.
Creemos que el mundo se queda sin agua ni comida. Que nos acechan nuevas enfermedades. Los gases invernadero matan la naturaleza. Desaparecen animales, icebergs y lenguas minoritarias. Es el fin.
Milenaristas anuncios. Pero que vienen haciéndose desde hace milenios. Antes se escrutaban vísceras de pájaros, ahora programas de ordenador que dicen lo que sus programadores quieren que digan.
Se mira alrededor y se ve que este planeta nunca alimentó a tanta gente y, en valores relativos, nunca hubo menos hambre y pobreza.
Pero las cosas están aparentemente tan mal que seguimos olvidando lo que sí importa. Como la falta de voluntad y medios para mantener sana nuestra sociedad. Y, simultáneamente, el exceso de chapuzas, errores y torpezas de los gobiernos central, autonómicos y locales.
No es sólo que Zeta nos haya engañado negando la crisis económica, haga trasvases que antes rechazó, por lo que se perdieron cuatro años, cambiando el lenguaje para ocultarlos o que redacte leyes llamativas para que todo siga igual.
Es que los políticos se gastan en propaganda lo que es imprescindible para mantener los servicios básicos de la sociedad
Por eso mueren mujeres desprotegidas por falta de jueces y funcionarios, sueltan violadores para que vuelvan a violar, la gente estafa porque no hay inspectores que la controle, la sanidad atiende tarde y mal, y no hay medios ni planes para integrar las múltiples minorías que crecen aceleradamente.
Estas carencias sí son importantes. Lo demás, manipulación apocalíptica para tapar la calamidad cotidiana.
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La crónica del pasado día 15 se titulaba CHACÓN Y LOS PIRATAS . Su texto planteaba en la situación que se produjo este fin de semana con el secuestro por piratas supuestamente somalíes de un barco pesquero español con una treintena de tripulantes.
Puede bajarse el cursor hasta la crónica de ese día o llamarla desde aquí.
Lo verdaderamente apocalíptico ha sido hoy para mí leer esta noticia: el Ministerio de Defensa de Carme Chacón está molesto con algunos militares que difunden aspectos de la situación de las misiones en el exterior en las que participan, mediante la participación en foros y ‘blogs’. Las opiniones discordantes de los foreros también se están registrando. Según fuentes del Ministerio de Defensa consultadas por El Confidencial Digital, el encargo de investigar al estamento castrense ya ha llegado, en fecha reciente, a la Guardia Civil. La orden recibida es identificar a los militares que utilizan pseudónimo o ‘nick’.
¿Qué se está haciendo en las misiones en el exterior que no deban saber los pacifistas seguidores del PSOE? ¿Después van a ir a por otros cuerpos o profesionales? Va a ser cierto que se establece el ministerio de Orwell de la verdad. Empiezan a dar miedo.
Publicado por: queridanónima | domingo, 20 abril 2008 en 22:48