Aguirre-Rajoy

Dos boxeadores peleándose hasta que uno tira al otro todavía apasiona a quienes no han descubierto el atractivo del combate por el poder entre dos líderes de ideología similar, uno vivaz, como un peso ligero, y otro lento, como uno pesado.
La fibrosa presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, podría estar dispuesta a combatir por el liderazgo de la derecha con el actual jefe de su partido, Mariano Rajoy, un hombre grandote, flemático y solemne.
Los españoles pueden sentarse ante el cuadrilátero para contemplar cómo se atizan los combatientes. Desde las gradas de la izquierda se les azuza para que se acusen mutuamente, y acepten que son, de extrema derecha.
Porque para Zeta y sus allegados los populares son ultraderechistas por proponer la controlar la inmigración, por ejemplo. Pero es lo que quiere hacer su nuevo ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.
También son fascistas por decir simplemente que el enlace entre homosexuales no es matrimonio, sino otra cosa, aunque deba tener similar valor legal.
Pero esta supuesta extrema derecha gobierna con mayoría aplastante Madrid. Una Comunidad hacia la que fluyen españoles de todas partes buscando libertad y para emanciparse de hábitos, normas y prejuicios de sus comunidades gobernadas por socialistas, nacionalistas u otros populares.
Los periodistas de derechas más combativos apoyan a la presidenta madrileña. La ven más directa y ágil que su contendiente. Más liberal, con recetas económicas que han convertido su región en la más atractiva de España para la inversión, incluso para los trabajadores.
Los valedores de Rajoy son menos agresivos y apasionados, y lentos como él frente a Aguirre: venden mal.
Y, mientras, el escurridizo Zeta se frota las manos: que se peleen. Y que pierda Aguirre, porque esta Sabelotodo es más peligrosa por avispada e imprevisible.

Comments

[Publicado por: Santa Genma]

A ver si te defines, Molares, que una ya no sabe a qué quedarse. ¿Eres de Rajoy, de Espe, de Gallardón o de ZP aunque esto último no lo creo? Pero tampoco me creo que seas tan independiente como quieres presentarte.