Se cumplen diez años de la aparición de la Viagra, fecha que coincide con la detención del pederasta Santiago del Valle, de 52 años, que pese a sus dos condenas por “agresión sexual” a menores gozaba de una libertad que le permitió presuntamente matar a Mari Luz Cortés, de 5 años.
Conmemoramos la creación de una droga potenciadora de la sexualidad, y olvidamos que desde hace siglo y medio hay también productos inhibidores, sobre los que nadie legisla para administrárselos legalmente a monstruos como Santiago del Valle.
Hemos creado una sociedad que considera la libertad sexual de los depredadores un derecho mayor que la vida de sus víctimas.
Por eso, el médico de una cárcel francesa le recetó a mediados de 2007 Viagra a un pederasta de 61 años que iba quedar libre.
Ya en la calle, el engendro secuestró y violó a un niño. El presidente Sarkozy pretende presentar un proyecto de ley para la castración química de gente como esta.
Que no es castración, sino un tratamiento químico reversible de antiandrógenos, especialmente cyproterona y leuprorelina. Inhiben temporalmente el deseo sexual y pueden ser administrados y controlados por las autoridades.
Más baratos que la Viagra, debería habérseles impuesto como medicación al presunto asesino y a tantos otros pederastas y violadores.
Y más en España, donde los profanadores de niños no suelen ser condenados por el grave delito de violación, sino por el atenuado de "agresión sexual".
La violación se aplica solamente a quien "atentare contra la libertad sexual de otra persona con violencia o intimidación".
Los abogados de los pederastas afirman que los niños, al estar indefensos, no son sometidos a violencia o intimidación, sino sólo a “agresión sexual” como las dos cometidas por Del Valle antes de matar: Código Penal seudoprogresista de 1995.
Estoy de acuerdo… como la aplicación forzosa de anticonceptivos a personas con alto riesgo de maltrato o falta de cuidados a las criaturas que pudieran engendrar; además de la aplicación forzosa de anticonceptivos a hombres (cuando la técnica lo permita en un futuro) y mujeres que se dedican a concebir hijos de forma repetitiva e irresponsable a los que no se encargan de cuidar ni mantener, dejando estos a cargo del estado; para que después, carentes de educación, acaben llevando una mala vida, muy cerca del delito muchas veces, y siendo carne de cañón de una sociedad que los rechazará.
Publicado por: Gaspar Payá | domingo, 30 marzo 2008 en 11:48