Lo vienen advirtiendo los ecologistas vocacionales, igual que Al Gore y el Panel de la ONU sobre el Cambio Climático (IPCC), aunque muchos de sus firmantes lo están abandonando: el calentamiento global se ha vuelto ya irreversible.
Los negacionistas del origen antropogénico, que son los que rechazan que el hombre provoque el cambio, han crecido espectacularmente desde hace un año, aunque ante sus nuevas tesis las personas perspicaces piensan que Bush les paga para que muden de bando. Aún débil, el dólar es poderoso.
Aparecen también otros científicos para los que, en lugar de calentarse, el planeta se enfría. Aseguran que está descendiendo la temperatura en la troposfera, entre los nueve y los 18 kilómetros de altura.
Pero hay dos grandes acontecimientos que deben reforzar el mensaje transmitido por Al Gore y sus discípulos: están ocurriendo fenómenos extraños en Marte y en Saturno.
Sabíamos desde hace exactamente un año que las naves de la NASA habían descubierto que Marte también estaba calentándose.
Y acaba de llegar este fin de semana una noticia más trascendental aún: los famosos anillos de Saturno han comenzado a desaparecer, a dejar de verse.
Ahora, cualquier ecologista consciente y seguidor de Al Gore debe plantarse. Dar un puñetazo en la mesa. Denunciar que la industrialización mundial, nuestro género de vida y el creciente consumo en los países pobres, están destruyendo todo el Sistema Solar.
Deberían salir los ecologistas más superenrollados y superconscientes a protestar contra Bush, contra el primo de Rajoy y también contra los sabios, sin duda comprados, que están cambiando las tesis del IPCC por otras teorías.
Como la de Habibullo Abdussamatov, jefe de los astrónomos rusos, que afirma que el posible cambio climático se debe a la actividad del Sol. Aquí, en Marte y Saturno.
No si se lo ha echado aa broma pero no lo és: hay ecologistas que afiramn que somos nostotros, nosotros
que producimos en un siglo menos energia que el sol en un segundo los que estamos calentando el sistema solar. Y es que hay una cosa infinita y es la estupidez humana.
Publicado por: JFM | martes, 25 marzo 2008 en 20:13