La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) está pidiendo ayuda pare evitar que desaparezcan a corto plazo 22 dialectos del maya, sin otra grafía que petroglifos, y la jerga garifuna, mezcla de idiomas creada por los zambos centroamericanos hace tres-cuatro siglos.
La Unesco reclama fondos para conservar esos lenguajes, alegando que alguno sólo tiene ya una docena de hablantes; enseguida, numerosas organizaciones respondieron para ayudar a evitar ese Apocalipsis.
Quizás por una reacción emotiva, porque cuando oímos la expresión “idiomas en peligro de extinción”, los humanizamos como si en lugar de una forma expresiva murieran sus hablantes.
Pero esos idiomas no mueren. Matan. Son parásitos que han incomunicado a sus hablantes privándolos de los conocimientos y medios de las de culturas superiores.
Mueren porque han provocado previamente la degradación endogámica de sus víctimas, a las que aisló, empobreció y sometió a la ignorancia.
Y mientras nos apenan esos idiomas inútiles, que además no le dejan nada a la historia ni a la cultura, seguimos asesinando a las dos lenguas esenciales para nuestro acervo lingüístico y cultural, con mitología, historia, filosofía, arte, literatura, teatro, leyes y una elevada capacidad civilizadora: el griego clásico y el latín.
Sólo unos cuantos estrambóticos, helenistas y latinistas, las estudian para recordarnos que sin ellas hubiéramos seguido siendo bárbaros.
Quienes se empeñan salvar lenguas moribundas lo hacen por egoísmo y ansias de notoriedad: “Que los desgraciados sigan siéndolo, mientras los explotamos como representantes de su mundo”. Así piensan políticos, lingüistas y etnólogos que en nombre de supuestos patrimonios de la humanidad exigen mantener idiomas y culturas empobrecedoras.
Adiós, lenguas moribundas, adiós, y que vuestras víctimas progresen hablando idiomas útiles. Porque si un idioma muere es porque antes mató a sus hablantes: aprendamos esa lección.
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LOS PERIODISTAS ESPAÑOLES LOS GRANDES DERROTADOS EN LAS ELECCIONES DE 2008
El periodista y politólogo Francisco Rubiales, al que conviene seguir diariamente en su página de Voto en Blanco, acaba de publicar un análisis sobre la actuación de los periodista españoles en la última campaña electorar. Merece leerse.
Lamento resultar repetitivo… pero es usted magistral!
Un saludo.
Publicado por: Gaspar Payá | lunes, 24 marzo 2008 en 07:30