(Esta crónica, escrita antes de los ataques a Rosa Díez en Madrid, es extensible también a ella y se refiere, por tanto, a todas las víctimas del nazismo, del neoestalinismo y del hispanocastrismo)
Aplicando cierta lógica conspirativa hay que preguntarse si esos ultranacionalistas que tratan de linchar a mujeres dirigentes del PP no son en realidad militantes populares que las agreden para atraerse los votos de personas sensibles y defensoras de los acosados
En el tardofranquismo circulaba medio en broma, medio en serio, la teoría de que el “León de Fuegirola”, el falangista José Antonio Girón de Velasco, y el líder de Fuerza Nueva, Blas Piñar, eran secretamente comunistas: sólo así podía entenderse que cada uno de sus discursos fascistas provocara numerosas afiliaciones al PCE.
La confesión de Rodríguez Z a Iñaki Gabilondo de que “nos conviene que haya tensión” y que va a “dramatizar” en su acción política podría estar pensada por un astuto agente electoral del PP.
Porque esa tensión parece iniciarse con el reprobable acoso a militantes y sedes populares, como en las elecciones de 2004. Aunque entonces la gente no tuvo tiempo de reaccionar electoralmente tras descubrir que aquellas algaradas obedecían a la “tensión” zapateril.
El pasado fin de semana dos centenares de los gays cercanos a Zerolo, jefe de los gays zapateristas, comenzaron nuevas acometidas manifestándose ante la sede central popular. Pero, qué extraño: curiosamente, están subvencionados por el Ayuntamiento y la Comunidad del PP...
Como Rodríguez Z está aliado a los nacionalismos cuyas vanguardias más activas asediaron a María San Gil en Santiago, y ahora Dolors Nadal, en Barcelona, muchos electores simpatizarán con ellas por su dignidad frente a los matones.
Y Rodríguez Z, con su ambigüedad sobre estos ataques parece hacerle campaña al partido rival porque cualquier persona recta y noble defiende a las víctimas, lo que plantea un dilema: o Z tiene dudosos principios o apoya a Rajoy.
Como Girón y Piñar a los comunistas.
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Denuncia del Foro Ermua por la supresión del Himno Nacional en el concierto del Bicentenario de la Guerra de la Independencia.
Creo que no hay ambigüedad. Publicó un artículo Arcadi Espada
(http://www.elmundo.es/papel/2006/10/13/opinion/2036671.html) sobre la reacción de Rodríguez Zapatero ante una agresión semejante a las que se producen estos días:
"Pocos minutos después de que un grupo nacionalista, del que formaban parte militantes y cargos públicos del PSC, insultara y golpeara a dos dirigentes del PP, el presidente Zapatero declaraba en Sabadell: «Yo siempre estoy feliz, me siento cómodo en Cataluña, no como otros dirigentes»."
Concluía el artículo (antes de la coda):
"El presidente conoce muy bien la peripecia de la disidencia en Cataluña. Y ha legitimado sus percances con refinamiento de hampón: ufanándose de no tenerlos."
No es ambigüedad, es algo mucho peor que no se airea suficientemente.
Publicado por: Miguel García | 20/02/08 a las 23:43
Publicado por: Comentario de Miguel Garcvía | jueves, 21 febrero 2008 en 12:29