Manolos del Bombo

Los partidos de fútbol de las selecciones “nacionales” autonómicas jugados el último fin de semana de 2007 mostraron a decenas de millares de patriotas con mejores berridos y gestos simiescos que “Manolo el del Bombo”.
Pobre Manolo, exhibicionista solitario aunque sea ruidoso y llamativo. Un Don Nadie comparado con los verdaderos nacionalistas históricos.
Es que el nacionalismo español es irrelevante, desvaído, átono. Sólo defendido por “Manolo el del Bombo”, al que abandonó su familia por su excesiva entrega a la Selección Nacional. Y perdió también su fructífero negocio, un club de carretera lleno de señoritas. Heroica renuncia, no pede negarse.
Todo, para andar con un bombo haciendo ruido. En Vigo lo hicieron mejor: varios miles Manolos independentistas montaron una gran patriotada futbolística con incendios, enfrentamientos con la policía y quema ritual de banderas españolas.
El Bombo de Manolo no es nada al lado de este color, sonido y movimiento. Los gallegos jugaban contra Camerún, selección que exigía cobrar antes de salir al campo. Hora y media de retraso porque Breogán no quería pagar el tributo patriótico. Exigía que participara Eto’o. Sin el africano Eto’o no podía expresarse el alma gallega.
En el partido entre Cataluña y Euskal Herria --ahora no se dice Euskadi, sino Euskal Herria, por imperial expansionismo territorial-- los héroes se apellidaban Prieto, Lafuente o Bojan, de origen serbio.
En ese partido había muchísimos Manolos del Bombo independentistas. Se quemaron más banderas y se gritó más ¡Puta España! que en Vigo. ¡Qué bárbaros!
Verdaderos bárbaros, sí, con sus fuegos purificadores. Qué carlistada tan del Ku-Klux-Klan.
Igual que tras tantas manifestaciones patrióticas; grandes masas del público acabaron en locales bilbaínos como uno llamado El Bombo. Placenteros clubes como el que perdió Manolo. Para el descanso del guerrero independentista. Todos los conquistadores quieren mujeres y riquezas fáciles.

Comments

[Publicado por: Anna Castelló]

Como siempre debo darle la razón. Gracias.