Esther Tusquets es una excelente memorialista que se ha atrevido a desvelar en su libro “Habíamos ganado la Guerra” el fingimiento de su clase social, la burguesía catalana, que pasó sin rubor de franquista a comunista, socialista y nacionalista, según su interés de cada momento.
Leyéndola se comprueba que estos antifranquistas, padres, hijos y nietos que controlan Cataluña deben tener todavía agujetas de mantener el brazo en alto cantando cara al sol, aunque saben adaptarse a los tiempos para seguir siendo burguesía y mandar bajo cualquier régimen: corchos insumergibles en la peor tempestad.
Aunque por el camino les ha tocado aceptar a algunos charnegos, los antes despreciados inmigrantes de otras partes de España, que han adoptado sus opulentas costumbres tras unirse a su oportunismo.
Es el caso del president Montilla, socialista defensor de la enseñanza pública que envía a sus hijos al Colegio Alemán, el de la élite con la que se educó Esther Tusquets.
Descendiente de banqueros judíos y masones y hermana Óscar, el arquitecto progresista, Esther fue editora de éxito durante cuarenta años con Lumen, una de las más respetables editoriales españolas.
Empresa fundada, como recuerda en su libro publicado por Bruguera, para difundir el fascismo de su tío el sacerdote Joan Tusquets, antisemita, antimasón –paradoja de su origen familiar--, y consejero de Franco.
Enternece leer a Esther Tusquets, que ya está por encima del bien y del mal a sus 71 años, desnudando los secretos de su clase social y política, esa que se disfraza de progresista, aunque sólo es mercenaria.
Una burguesía que inquieta a los españoles con sus tendencias independentistas, pero que se descubre que las usa para succionar beneficios, igual que amaba a Franco porque recibía sus prebendas.
" pasó sin rubor de franquista a comunista, socialista y nacionalista, según su interés de cada momento. "
Vaya, cualquiera diría que estás hablando de la línea editorial de La Vanguardia.
Publicado por: Nairu | jueves, 10 enero 2008 en 16:00