Llegará el día en el que por mucho que se ahorre sólo los ricos tendrán energía abundante, tal como se está poniendo el precio de las fuentes habituales.
La nueva estrella del PP y expresidente de ENDESA, Manuel Pizarro, afirma que la producción de un megavatio de energía hidráulica cuesta seis euros; 24 la nuclear; la de carbón, 30; la de gas o petróleo, 60; unos 90 euros la eólica y la fotovoltaica 360 euros.
Así que el megavatio de esos espejuelos que ocupan crecientemente grandes zonas del país cuesta sesenta veces más que el hidroeléctrico, medio productivo casi agotado en España porque no quedan deseos ni casi lugares para construir presas.
“El contribuyente debe saber qué van a costarle las energías eólica y fotovoltaica”, dice Pizarro.
Advierte que aunque se venza en España la resistencia a la energía nuclear, “desde que se da la orden de hacer una central hasta que se ejecuta pasan quince años”.
Paralelamente uno de los “catorce sabios internacionales” de Rodríguez Z, el futurólogo Jeremy Rifkin, se oponía a la energía nuclear que crece imparablemente por el mundo, especialmente en Europa, y proponía para España hidrógeno como combustible. Sin explicar que elaborarlo consume más energía que la que facilita: como siempre, Spain is different.
Queda la biomasa, pero empieza a comprobarse que exige enormes superficies de soja o maíz que encarecen los alimentos básicos, y que también contaminan.
Quizás la última esperanza esté en las algas marinas cultivadas en cilindros transparentes, que duplican su producción energética cada día.
En 500 kilómetros cuadrados podría producirse una energía no contaminante como la que consumen todas las viviendas españolas, según BioFuel Systems, una empresa nacida en la universidad de Alicante que dice estar construyendo una planta piloto para 3.000 familias.
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Nota de la Asociación Galega de Amizade con Israel
El BNG impide que el Parlamento condene el nazismo y honre la memoria de las víctimas.
El BNG impidió que la Diputación Permanente del Parlamento de Galicia pudiera aprobar con motivo del Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas del Holocausto una declaración institucional de condena del nazismo y recuerdo de sus millones de víctimas, al oponerse a un texto que contaba con el respaldo del PSOE y del PP.
El BNG tampoco aceptó sumarse a la Declaración en Memoria de las Víctimas del Holocausto que el año pasado sí había sido aprobada con los votos de los tres grupos parlamentarios.
La postura del BNG contrasta muy llamativamente con el hecho de que el Congreso de los Diputados, el Parlament de Catalunya o en la Asamblea de Madrid llevan entre 4 y siete años celebrando el 27 de enero -día de la liberación de Auschwitz- no solo con declaraciones institucionales sino incluso con actos emotivos en los que participan superviventes del Holocausto y políticos de todos los partidos, entre ellos Esquerra Republicana de Catalunya, CIU. o el PNV.
La estratagema del BNG para conseguir que el Parlamento Gallego fuera protagonista del vergonzoso acto de omisión, consistió en proponer un texto alternativo al que respaldaban socialistas y populares, sabedor el BNG de que no sería aceptado y que, al no conseguirse la unanimidad, el texto final no saldría adelante, como finalmente así fue.
En su miopía a todas luces injustificable, intentaron mezclar un documento que honraba la memoria de las víctimas del Holocausto (incluidos los republicanos españoles, gitanos y homosexuales) sin citar siquiera las palabras "judio", con la situación actual del conflicto de Oriente Próximo.
Invitado el portavoz del BNG, Carlos Aymerich, a presentar una iniciativa parlamentaria diferenciada referida a dicho conflicto, el representante del BNG descartó tal posibilidad y consagró finalmente la vergüenza de sumarse al carro de los negacionistas de extrema derecha dejando en el aire la pregunta de que clase de catadura ética puede tener quien actúa de una manera semejante.
La Asociación Galega de Amizade con Israel manifiesta su más enérgica disconformidad con actitudes que deshonran a quien, como parte del cogobierno de Galicia, debe representar a todos los gallegos y gallegas sin exclusiones por motivos ideológicos o xenófobos.
El BNG es el partido más antisemta de este país, recordais cuando largaron al presidente de una asociación de amigos de Israel que militaba en el mismo?
Publicado por: stewie Griffin | martes, 29 enero 2008 en 13:32