Corre por España una ola de patriotismo, un maremoto, para defender al corredor de Fórmula 1 Fernando Alonso frente a su compañero Lewis Hamilton y contra su jefe, Ron Dennis, que lo traicionan con sucias tretas en el equipo McLaren-Mercedes.
Por ese motivo muchos españoles le declararían la guerra a la pérfida Albión, pues de allí son Hamilton, Dennis y McLaren.
En principio, numerosos clientes del Banco Santander y de Vodafone les anuncian su “boicot” por patrocinar a McLaren, que tan mal trato le da al héroe asturiano, Pelayo contemporáneo contra los bárbaros británicos.
Este gesto patriótico es más aconsejable que lanzarse a una guerra que perderíamos, como la Invencible o en Trafalgar. Quizás quien debería declarar una guerra patriótica sería Suiza, si resultara que Alonso paga allí sus impuestos.
En España estamos viviendo una pasión incontrolable. Por ejemplo, hay ciudadanos asustados con el calentamiento global que se indignan con Hamilton-Dennis-McLaren sin pensar que las carreras, exhibiciones industriales y comerciales para vender coches, contaminan más que la inmensa mayoría de las actividades humanas.
Y en estas campañas ecologistas y anticonsumo que nos reeducan, seguramente para compensar la publicidad que nos conquista, como la de los coches, nadie recuerda que los entrenamientos y pruebas consumen millares de toneladas gasolina y de materiales no reciclables.
Aunque lo mejor de la alonsomanía es su buen ejemplo: todos los niños quieren ser Fernando Alonso. Cuando sean mayores cada uno necesitará tener su propio pozo de petróleo.
Las niñas, qué horror, no. Las educas en la igualdad, y siguen pidiendo muñecas. ¡Hay que imponerles la igualdad. Coercitivamente, si fuera menester!
Y, por último, un pequeño apunte: los jóvenes que tratan de imitar al héroe que hemos creado se matan como moscas por las carreteras, una anécdota sin mayor importancia.
D. Manuel: Hoy ha estado usted más genial que de costumbre por lo que le doy la enhorabuena y gracias por decir lo que no nos atrevemos porque nos matan los patriotas que además son de derechas e izquierdas por igual y nacionalistas de las regiones históricas.
Publicado por: Antonio Marcos | martes, 16 octubre 2007 en 23:32