Cristóbal Colón pudo haber nacido en Poio, Pontevedra, o en Génova, lo que es sólo una anécdota dentro de aquella Europa renacentista creadora de un espíritu explorador que el navegante y la España de entonces trasladaron a un lugar donde los nativos ni siquiera conocían la utilidad de la rueda.
En tiempos de Franco todos los 12 de octubre, aniversario de la arribada a Guanahani y Fiesta Nacional desde 1918, servían para presentar a Colón casi como un santo, el ideal de Imperio hacia Dios del que se nutría el régimen.
En democracia, y para compensar, se aceptó la visión exclusivamente indigenista de la historia y se le tachó de explotador, asesino de nativos y destructor de los pueblos que descubrió.
Pero Colón no fue ni un santo ni un satanás: como todos los españoles que marcharon al otro continente, frecuentemente fueron brutales con los nativos, pero se les unieron y crearon un pueblo mestizo inigualado en el mundo.
Además, esos nativos tampoco eran inocentes. Había etnias sanguinarias cuyas víctimas, de tribus menores, se vengaron ayudando a los conquistadores. Y tribus antropófagas que cazaban otros pueblos para alimentarse.
Colisionaron dos mundos enormemente distanciados en su evolución y vencieron los más avanzados. Se produjeron muertes masivas entre los nativos, sobre todo por el contagio de enfermedades europeas, inertes entre los españoles, gravísimas para quienes carecían de defensas.
Pero allí se crearon magníficas universidades, la cruz transmitió una religiosidad más humanitaria que la de los dioses autóctonos, y surgieron esos pueblos cuyos avances sociales y políticos han servido en ocasiones de ejemplo para Europa, e incluso de salvación.
Además, en América nació la electricidad, que tras la rueda es el mayor invento de la historia de la humanidad.
Gran artículo y análisis. 500 años en unas líneas. España y yo somos así, señora. Voy a leer su blog, que acabo de encontrar en Google. Si sus artícículos son buenos como este tendrá un fiel lector.
Publicado por: Indalecio Gómez-Arnús | viernes, 12 octubre 2007 en 15:34