Huracanes asesinos

Con qué terribles alarmas nos asustan los supuestos ecologistas anunciando calores y fríos asesinos y la multiplicación de huracanes destructivos tratando de convencernos de que los provocamos consumiendo energía.
Nos gritan: “Por pecar duchándose con agua caliente vino el castigo del infierno: se vio en los daños que provocó el huracán Katrina en 2005, el peor hasta ahora”.
Cuando se forma cualquier huracán, que es como se conocen los ciclones caribeños, igual que les llaman tifones a los del Pacífico, los visionarios multiplican el ojo del fenómeno y anuncian que superará al Katrina. ¡Haced ducha-penitencia con abluciones de agua fría!, nos exigen.
Nunca dicen, por ejemplo, que el Katrina fue mucho menos destructivo que el Okeechobee de 1928, bastante antes de la industrialización masiva iniciada en los años 1950.
Más cerca: la pasada primavera, hace sólo tres meses, estos agoreros nos anunciaban el verano más caluroso y terrible de la historia. “Viene el infierno”. “Satanás os espera para castigar vuestra iniquidad contaminadora”.
Tal averno ha quedado convertido en delicioso verano. Lo del soneto de Cervantes: “Y luego incontinente/ caló el chapeo, requirió la espada/ miró al soslayo, fuese, y no hubo nada”.
Lo curioso es que se equivocan siempre y, sin embargo, siguen engatusándonos. En 2007 han pasado ya los huracanes o ciclones Andrea, Barry, Chantal, Dean, Erin, Félix, Gabrielle y Humberto, y la temporada podría cerrarse con doce más hasta llegar a Wendy.
Pero ellos, que es culpa nuestra. Habría que decirles: ¡Será de ustedes, por destruir tantos bosques en papel y energía viajando mundo adelante con sus denuncias!
Pero no sería justo. Son fenómenos naturales, que nos dañan porque vivimos por donde pasan desde siempre. Aunque son unos fenómenos descarados y maleducados por actuar sin consideración alguna con nosotros.

Comments

[Publicado por: Sanders]

Como cada vez mas resulta imposible mantener una conversacion inteligente al respecto del tema ecologico y del clima, ultimamente opto por levantar los brazos y salir corriendo mientras grito:

aaargh vamos a morir todos!!! vamos a morir todos!!!

Y por lo menos me hecho unas risas.